El analista financiero, José Grasso Vecchio expresó que se debe reconocer que desde la apertura de la frontera entre Colombia y Venezuela, se ha estado trabajando en la reconstrucción de los volúmenes de negocio entre ambas naciones, hecho que, definitivamente favorece a ambos países”.
Destacó que la cercanía geográfica, así como la complementariedad entre ambas economías, son factores que juegan a favor del aprovechamiento positivo que permitirá seguir rescatando, e incluso incrementar, la oferta de productos y servicios entre ambos países.
“Desde la apertura de la frontera, este proceso está en marcha. Debemos rescatar los volúmenes de negocios del pasado, ya que ambas economías son, y serán, socios estratégicos”, enfatizó Grasso Veccho quien dictó una conferencia recientemente en Bogotá a propósito del Encuentro Empresarial: Herramientas y perspectivas para hacer negocios entre Colombia y Venezuela, oportunidad en la cual disertó acerca de la “Construcción de confianza en el pago de las transacciones colombo-venezolanas”.
De igual manera, hizo énfasis en la necesidad de que los sistemas financieros de estos países hagan todos los esfuerzos que estén a su alcance, para que, a través de mesas técnicas analicen las posibles soluciones que permitan llegar a acuerdos que beneficien a ambas partes en lo correspondiente a medios de pago, reseña Noticiero Digital.
En su mayoría, al poseer cuentas bancarias en la banca internacional, las grandes empresas de ambas naciones no presentan inconveniente alguno al llevar a cabo operaciones de pago y de crédito. El problema más grave lo tienen las pymes y los emprendedores, segmentos que deben ser atendidos, ya que son dinamizadores de actividad económica e importantes días para ayudar a la erradicación de la pobreza”.
En tal sentido, insistió en la importancia de buscar mecanismos que agilicen la normalización de los canales de pago, “ya que es la única vía para que crezca el intercambio y aumente la inversión extranjera directa”.
Al respecto, reconoció que ha habido avances sustanciales en los diversos encuentros entre los mandatarios, en los cuales se promovieron convenios de complementación binacionales agropecuarios, industriales y de servicios, así como ejecución de obras de infraestructura, con especial énfasis en el desarrollo sostenible de las zonas de frontera.
Asimismo, se logró revisar proyectos binacionales en materia de infraestructura para la conectividad, energía y producción y procesamiento de alimentos. “La asignatura pendiente es la correspondiente a la agilización de los medios de pago”.
Con relación a las sanciones, destacó que las mismas “son totalmente injustas, innecesarias y lo único que han logrado es perjudicar a los venezolanos. Esta circunstancia es similar al cierre de la frontera y haber roto las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela. Los perdedores han sido los venezolanos y colombianos, y las ganadoras han sido las actividades informales e ilícitas. La frontera entre nuestros dos países nunca debió cerrarse y que las relaciones jamás debieron interrumpirse”, acotó.
El analista financiero aclaró que, no todas las operaciones de banca privada o operaciones con el sector privado han sido objeto de sanciones. Citó como ejemplo: que no están sancionadas las operaciones entre bancos privados, ni entre empresas privadas ni entre bancos y empresas privadas.
Recordó que, en el pasado, hubo gran cercanía entre el sector financiero colombiano y el venezolano. “Bancos venezolanos tenían oficinas de representación en Colombia y viceversa. Hay que reconstruir la confianza. El avance que se ha tenido en este sentido, “no cubre nuestras expectativas”.
Para finalizar, Grasso insistió en que hay grandes oportunidades de cooperación entre Colombia y Venezuela en servicios financieros, transporte, economía, alimentos, sector farmacéutico, energía y muchos más.
“Para los empresarios venezolanos, Colombia representa una oportunidad para ensanchar sus mercados e inversiones y también para abastecerse de materias primas y bienes finales e intermedios que Colombia produce y exporta de forma competitiva. Con importaciones colombianas aumentando anualmente de manera progresiva, Venezuela debe aprovechar su localización geográfica y otras ventajas para entrar con determinación y beneficiarse de un poder de compra en ascenso. La relación Colombia-Venezuela es ganar-ganar”, puntualizó.