¿Y si las emociones de Inside Out y Inside Out 2 —Alegría, Tristeza, Ira, Miedo, Asco, Ansiedad, Envidia, Vergüenza y Aburrimiento— fueran perros?
¡Prepárate para un desfile canino que te hará reír, suspirar y querer acariciar a cada uno! En Vérais, asignamos a cada emoción una raza de perro que la representa con tanto estilo que querrás adoptarlos a todos. ¡A mover la cola y a ladrar!
Alegría: Golden Retriever
El Golden Retriever es un rayo de sol con patas. Su cola gira como hélice, salta como si el suelo fuera un trampolín y su cara grita “¡LA VIDA ES UNA FIESTA!”. Este peludo convierte cualquier día en una aventura épica.
Alegría sería un Golden corriendo en círculos con una pelota, dejando un rastro de purpurina imaginaria y haciendo que todos sonrían.
Tristeza: Basset Hound 
Con ojos de drama digno de telenovela y una papada que parece arrastrar sus penas, el Basset Hound es la definición de melancolía. No está triste de verdad, pero su look dice: “Voy a mirar por la ventana y suspirar”.
Tristeza, como el Basset, se acurrucaría a tu lado con un gemido épico, pidiéndote mimos mientras suena una balada triste de fondo.
Ira: Chihuahua
¡Alerta máxima! El Chihuahua es un volcán enano con ladridos que parecen sirenas de emergencia. Su actitud de “¡YO MANDO AQUÍ!” lo hace imbatible, incluso contra un aspirador o un gato insolente.
Ira sería un Chihuahua trepado en el sofá, ladrándole a un calcetín como si fuera su archienemigo, con más ego que un Gran Danés.
Miedo: Galgo Español 
El Galgo Español es un elegante paquete de nervios. Un estornudo, un globo que explota o una sombra rara, y este perro ya está en modo “¡SOCORRO!”. Pero su corazón leal lo hace irresistible.
Miedo, como Galgo, se metería bajo la mesa temblando, con ojos que suplican: “Humano, dime que el mundo no se acaba”.
Asco: Bulldog Francés 
Con resoplidos de abuelo gruñón y una cara arrugada que parece decir “¿QUÉ ES ESTA BASURA?”, el Bulldog Francés es el rey del asco. Acércale un pepino y te juzgará por siempre.
Asco, como Bulldog, gruñiría y daría media vuelta con aires de diva, como diciendo: “No me hagas perder el tiempo con esto”.
Ansiedad: Border Collie
El Border Collie es un torbellino de energía que siempre parece estar planeando tres pasos adelante. Su mente hiperactiva y su necesidad de tener todo bajo control lo convierten en la personificación de la ansiedad.
Ansiedad, como Border Collie, correría en círculos organizando juguetes, ladrando porque el paseo no empieza YA, con un cronómetro imaginario en la cabeza.
Envidia: Caniche Toy
El Caniche Toy, con su elegancia y su aire de “yo merezco lo mejor”, siempre parece estar mirando de reojo lo que tienen los demás. Ese hueso del vecino luce más sabroso, ¿no?
Envidia, como un Caniche, se sentaría con pose de reina, lanzando miradas fulminantes al perro que tiene un juguete más brillante.
Vergüenza: Shiba Inu 
El Shiba Inu tiene esa mezcla de orgullo y timidez que lo hace perfecto para la vergüenza. Cuando mete la pata (literal o no), su mirada esquiva y su pose de “no pasó nada” son puro oro.
Vergüenza, como el Shiba, se escondería tras un arbusto después de tropezar con su propio rabo, fingiendo que nadie lo vio.
Aburrimiento: San Bernardo
El San Bernardo, con su calma monumental y su tendencia a tumbarse como si el mundo no tuviera nada interesante que ofrecer, es el rey del aburrimiento. Su cara dice: “Despiértame cuando pase algo”.
Aburrimiento, como el San Bernardo, se echaría en el suelo con un suspiro gigante, mirando al horizonte como si la vida fuera un documental sin acción.
Un escuadrón canino de emociones
Estos perros no solo nos derriten con sus travesuras, sino que nos reflejan con ladridos y miradas que dicen más que mil palabras. Desde el Golden que te arranca una carcajada hasta el San Bernardo que te invita a vaguear, cada raza es una lección peluda sobre nuestras emociones. En Verais, queremos saber: ¿qué perro eres tú hoy?