Aunque el transeúnte común y corriente no lo advierte, hay una gran cantidad de medidas de seguridad industrial, tras cualquier empresa, que –de no ser cuidadas al detalle- pueden acarrear graves daños.
Venezuela –en términos de seguridad industrial- está gravemente rezagada con respecto al resto de los países de la región.
Analjorie Lugo Armas, es profesora de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Metropolitana (UNIMET), adscrita al departamento de Construcción y Desarrollo Sustentable. Asimismo, es Ingeniero Químico por la misma casa de estudios, donde además tiene una maestría en Ingeniería Gerencial.
La profesora Lugo también tiene en su hoja de vida un Máster en Calidad, Sostenibilidad y Prevención de Riesgos Laborales, por la Universidad Católica de Ávila (UCA), España, y es doctoranda en Ingeniería, en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
La experta conversó con Banca y Negocios, para profundizar en las diversas aristas que están implicadas en los procesos de seguridad industrial, y que la mayoría de los cristianos –la gente de a pie- desconoce.
“En términos de seguridad industrial, Venezuela se encuentra por detrás del resto de países de la región. Según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la tasa de accidentes laborales en Venezuela es una de las más altas de América Latina«, apunta la experta.
«Esto se debe a varios factores, como la falta de inversión en seguridad industrial, la informalidad laboral y el incumplimiento de las normas de seguridad”, da cuenta de una estadística dolorosa.
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