(AP) — El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hablará el miércoles ante el Congreso con la esperanza de reforzar el apoyo estadounidense a la continuación de las ofensivas de Israel contra Hamas y otros adversarios. Pero el boicot de su comparecencia por parte de algunos legisladores demócratas y las protestas previstas en el exterior están poniendo de relieve cómo la conducta de su gobierno de línea dura en la devastadora guerra en Gaza está abriendo fisuras en el antiguo apoyo estadounidense a su país.
A Netanyahu se le aseguró una cálida bienvenida por parte de los legisladores republicanos que organizaron su discurso en la sala de la Cámara, una aparición que lo convirtió en el primer líder extranjero en dirigirse a una reunión conjunta del Congreso cuatro veces, superando a Winston Churchill.
Muchos demócratas y el independiente Bernie Sanders planean boicotear la aparición de Netanyahu. Pero la ausencia más notable será detrás de él: la vicepresidenta Kamala Harris, quien se desempeña como presidenta del Senado y tradicionalmente se sentaría detrás de cualquier dignatario que esté hablando, dice que un viaje programado desde hace mucho tiempo la mantendrá alejada el miércoles. Y la siguiente demócrata en la lista, la senadora Patty Murray de Washington, se niega a asistir.
Los republicanos consideraron que la ausencia de Harris, la nueva favorita demócrata para la presidencia, era una señal de deslealtad hacia un aliado. Sin embargo, el compañero de fórmula del expresidente Donald Trump, JD Vance, dijo que la campaña también lo haría no presentarse al discurso del líder israelí.
Y afuera del Capitolio, los manifestantes enojados por la muerte de casi 40.000 palestinos, o por la incapacidad de Netanyahu de liberar a los rehenes israelíes y estadounidenses tomados por Hamas y otros militantes en las primeras horas de la guerra entre Israel y Hamas, prometen protestas masivas.
En previsión de esto, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, advirtió sobre una “política de tolerancia cero” ante cualquier señal de disturbios en el edificio del Capitolio. “Es nuestra tradición reconocer el derecho de cada orador invitado a la libertad de expresión, incluso si no estamos de acuerdo con su punto de vista”, escribió el martes el republicano de Luisiana a los miembros.
Johnson organizó el discurso, un honor que marca los vínculos históricamente cálidos entre los dos países y el peso político que el apoyo a Israel ha tenido durante mucho tiempo en la política estadounidense. Pero la atención a la visita se ha visto disminuida en parte por la agitación política estadounidense de las últimas semanas, incluido el intento de asesinato contra Trump y la decisión del presidente Joe Biden de no buscar un nuevo mandato.
Netanyahu espera proyectar la imagen de un estadista duro y respetado ante un público cada vez más crítico en Israel, algo que puede resultar difícil dada la amplia división que existe entre los estadounidenses sobre la forma en que Netanyahu ha conducido la guerra.
Muchos demócratas que apoyan a Israel pero han criticado a Netanyahu ven el discurso como un esfuerzo republicano para presentarse como el partido más leal a Israel y brindarle al primer ministro un respiro político muy necesario.
«No conozco todas las motivaciones del presidente Johnson para iniciar la invitación, pero claramente quería lanzar un salvavidas político a Netanyahu, cuya popularidad es muy baja en Israel en este momento», dijo el martes el senador Chris Van Hollen, uno de las docenas de demócratas que se disponen a boicotear la reunión.
Aun así, muchos demócratas planean asistir al discurso a pesar de sus críticas a Netanyahu, incluido el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, quien pidió nuevas elecciones en Israel en un discurso en el pleno en marzo. Schumer, de Nueva York, dijo entonces que Netanyahu ha «perdido el rumbo» y es un obstáculo para la paz en la región en medio de la crisis humanitaria en Gaza.
Netanyahu también se reunirá con Biden y Harris el jueves, y con Trump en Mar-a-Lago el viernes.
Estados Unidos es el principal aliado de Israel, su principal proveedor de armas y fuente de ayuda militar en su lucha por doblegar a Hamás desde que el grupo atacó a Israel el 7 de octubre. La visita de Netanyahu es la primera al exterior desde que comenzó la guerra y se produce en el contexto de las órdenes de arresto que ha solicitado la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra de Israel contra los palestinos. Estados Unidos no reconoce a la CPI.
El gobierno de Biden dice que quiere que Netanyahu se concentre durante su visita en ayudar a concretar un acuerdo para un alto el fuego y la liberación de rehenes en la guerra que dura nueve meses. Cada vez más israelíes acusan a Netanyahu de prolongar la guerra para evitar una probable caída del poder cuando termine el conflicto.
Netanyahu dice que sus objetivos con la visita a Estados Unidos son presionar para que se libere a los rehenes retenidos por Hamas y otros militantes en Gaza, generar apoyo para que Israel continúe la batalla contra el grupo y defender la continuación del enfrentamiento con Hezbolá en el Líbano y otros grupos aliados de Irán en la región. Estados Unidos, Francia y otros países están tratando de calmar los combates fronterizos entre Hezbolá e Israel, por temor a una guerra más amplia.
En su discurso, Netanyahu también podría referirse a un nuevo acuerdo negociado por China entre las facciones palestinas Hamás y Fatah para formar un gobierno conjunto. El acuerdo fue un intento de resolver una rivalidad que podría dificultar aún más a los palestinos conseguir un papel en el gobierno de Gaza cuando termine la guerra. Israel denunció inmediatamente el pacto y el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, calificó a Hamás de grupo terrorista que no debería tener ningún papel en el gobierno de los palestinos.
Algunos demócratas se muestran cautelosos con Netanyahu, quien en 2015 aprovechó un discurso conjunto ante el Congreso para denunciar el acuerdo nuclear pendiente entre el entonces presidente Barack Obama y Irán. El asesor de seguridad nacional Jake Sullivan ha dicho que no espera que el discurso del miércoles sea una repetición del de 2015.
Mientras el primer ministro habla, se han planeado múltiples protestas en el Capitolio y sus alrededores. La mayor de ellas está prevista para el miércoles por la mañana; los organizadores planean marchar alrededor del Capitolio para exigir el arresto de Netanyahu por cargos de crímenes de guerra. Los familiares de los rehenes israelíes están planeando una vigilia en el National Mall.