Las reformas económicas, tributarias y laborales propuestas por el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso -que fundamentalmente afectan a la población más rica del país-, generaron el viernes 24 de septiembre fuertes críticas y apoyo pese a que su aprobación depende de la Asamblea de la nación, donde no tiene mayoría.
En una cadena de radio y televisión, el mandatario ecuatoriano propuso la noche del jueves que para estabilizar la economía de la nación los sectores más ricos, un 3,5% de la población, deben contribuir más y que quienes ganen más de 2.000 dólares mensuales aportarán de forma progresiva y gradual y los que tengan patrimonios que sobrepase el medio millón de dólares deberán hacer una contribución especial por dos años. Las empresas con patrimonios mayores a un millón de dólares deberán hacer el aporte sólo por un año.
A su vez indicó que buscará la aprobación de un régimen alternativo y voluntario de oportunidades de trabajo con nuevas modalidades de empleo y contratación, lo que según Lasso generaría dos millones de empleos en los próximos años, medida que impulsaría la reactivación del aparato productivo..
El analista y profesor de la Universidad San Francisco, Luis Espinosa Goded, dijo a The Associated Press que el presidente “no habla de una reducción, de una restructuración del gasto público y eso es necesario», pero reconoció que «ha sido un anuncio muy importante que busca cambiar la estructura del modelo económico de Ecuador, ambicioso, pero no radical, aunque depende de que se pueda aprobar por la Asamblea”. /JU
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