El adiós de Roger Federer en el tenis mundial, le sigue Serena Williams, ganadora de 23 campeonatos individuales de Major WTA.
La estadounidense Williams en el Abierto de Estados Unidos hace tres semanas, luego de una derrota en la tercera ronda, deja preguntas sobre el futuro de un deporte que Roger y Serena dominaron y donde trascendieron durante décadas.
Una diferencia clave: Cada vez que Williams salía a la cancha en Nueva York, la pregunta que se avecinaba era cuánto duraría, una perspectiva de “ganar o esto es todo”.
El viernes 23 de septiembre esto terminó para Federer, sin importar el resultado. La Copa Laver, que se juega en su quinta edición, utiliza un formato bastante diferente al de un torneo estándar. Entonces, una victoria para él y Nadal no significaba avanzar a otra ronda.
Federer en cambio dejó en claro que su rodilla derecha reparada quirúrgicamente no está en condiciones de permitirle continuar, y no competirá más. Se sentó inicialmente entre sus compañeros de equipo Stefanos Tsitsipas, quien jugó contra Diego Scwartzman en el segundo partido individual del día, y Matteo Berrettini para comenzar la espera de su turno en la cancha.
El último encuentro llega después de 1.251 victorias en partidos de sencillos, ambas cifras superadas sólo por Jimmy Connors en la era abierta, que comenzó en 1968. Los récords de Federer incluyen ser el número uno de mayor edad en la historia del ranking de la ATP, regresó al primer puesto a los 36 años en 2018, y la mayoría de las semanas consecutivas allí, su marca de semanas totales fue eclipsada por Novak Djokovic.
Federer, en el apogeo de sus poderes, participó en 10 finales consecutivas de Grand Slam, un récord, al ganar ocho, entre 2005 y 2007. Extendió el rastro hasta 2010, llegó a 18 de 19 finales de torneos Major.
Más que los números, la gente recordará ese poderoso golpe de derecha, el revés con una mano, el impecable juego de pies, un servicio espectacularmente efectivo, el entusiasmo por llegar a la red, la voluntad de reinventar aspectos de su juego y la parte de la que está más orgulloso, una longevidad inusual. También, está su personalidad fuera de la cancha.
AP
Roger Federer siempre resultó un fuera de serie