De manera reiterada y constructiva Nelson Freitez, coordinador de Derechos Humanos del Movimiento DECODE plantea que se debe seguir la huella dejada por Don Raúl Azparren, junto al Arzobispo Crispulo Benítez, Casta J Riera y Froilán Álvarez Yepez, quien en conjunción del empresariado la iglesia católica, la cultura y el conocimiento universitario iniciaron un camino franco de despegue para el desarrollo económico y social de Barquisimeto y todo el estado Lara. En homenaje a Don Raúl Azparren hoy le dedicamos nuestro espacio a su memoria, con texto del periodista Jorge Euclides Ramírez.
UN CAMINO
Caminante no hay camino, se hace camino al andar…El poeta Machado colocó palabras luminosas sobre rutas aceradas para definir con precisión las vidas que remontaron las montañas del pesimismo o la conformidad para convertirse en caminos que cada quien puede transitar con pasos nuevos.
Raúl Azparren hizo un camino en Barquisimeto cuando esta ciudad iniciaba vuelo hacia nuevas realidades educativas y urbanísticas. Y como siempre, a cada reto del destino, surgen los hombres necesarios que asumen el compromiso frente a las encrucijadas, Raúl Azparren se ubicó al frente de los movimientos que emergían de las entrañas sociales buscando concretar aspiraciones consensuales.
Pulcro funcionario público, empresario honorable y sobre todo ciudadano en grado superlativo, la trayectoria cívica de Don Raúl Azparren debiera ser en estos momentos ejemplo oportuno para repensar a Barquisimeto dentro de escenarios que transciendan los combates mellizales que hoy la mantienen prisionera de la incertidumbre.
Una incertidumbre que se transformó en perverso habito de silencio civil, como si el miedo a ser vituperado fuese el látigo que esclavizara a la verdad y la redujera a sombra escurridiza en los sótanos de la resignación.
OBRAS INCONCLUSAS
En Barquisimeto obras que con el tiempo pueden convertiré en sitios turísticos, obras inconclusas que son testimonio de la corrupción e ineficiencia, el l terminal es simplemente un ejemplo, también tenemos el sistema de transporte público, la culminación de la circunvalación norte hasta el Municipio Palavecino, la planta de tratamiento del Rio Turbio, la canalización de la quebrada La Ruezga y paremos de contar, porque recordar estas cosas hiere la sensibilidad de unos gobernantes con facilidad para el verbo escatológico y una oposición que en buena parte está concentrada en atender las urgencias de la “alta política” y no puede perder su precioso tiempo en atender problemas pedestres de unos ciudadanos que deben escoger entre el yugo comunista y la negligencia capitalista, cuando en verdad lo que desea un 80 por ciento de la población es una Democracia eficiente donde la pobreza sea derrotada con la solidaridad de todos ,y los políticos, tanto de gobierno como de oposición, asuman que el Poder es un servicio y no el juego infantil de quien cuquea la matejea.
Navegamos sobre aguas encrespadas y quienes deben ejercer función de timoneles andan urgidos de preparar cañones y por ello ni siquiera sabemos si hay puerto de destino en el mapa de prioridades de este viaje odiseo y circular sobre la desesperanza colectiva. Por ello necesitamos una ruta programada hacia una autentica paz social, un camino hacia puerto seguro donde reinstalar los sueños del mañana. Nada mejor para los barquisimetanos de raigambre o compromiso que cobijarse en el ejemplo de Raúl Azparren, quien convirtió su vocación de servicio por la ciudad en estandarte de luchas transcendentes.
METAS TRANSCENDENTES
Hace falta que las instituciones larenses, gremios empresariales, profesionales y obreros, asuman esta visión transcendente porque desde hace rato estamos inmersos en una contienda en la cual para defendernos de un Estado Leviatán nos redujimos a parcelas grupales sitiadas por el miedo y sin capacidad de articular respuestas colectivas, en una etapa crucial del país en la cual o nos salvamos todos o por vía contraria todos seremos pasajeros de un Titanic, con la desventaja que el barco Venezuela no tiene botes salvavidas. Es urgente pues que como Sociedad Civil organicemos un plan de salvamento que comience poniendo orden en la jerarquización de nuestras prioridades y ello solamente lo podremos lograr si miramos nuestro entorno desde la panorámica ecuménica de la solidaridad. Algo que cumplió con excelentes beneficios para Barquisimeto Raúl Azparren, sin que en ningún momento renunciara a sus principios de adalid empresarial,
Sus luchas por la defensa de los Valles del Turbio como pulmón vegetal de la capital larense impidieron que esta zona fuese hoy un gran parcelamiento de asfalto y de concreto. Y para esta defensa ecológica de hace varias décadas tuvo que enfrentar poderosos intereses, pero no obstante con su verdad y el empuje de su liderazgo ciudadano logró que Barquisimeto contara con sus valles protectores.
Es mucho lo que pueden hacer las instituciones de Lara por nuestra región. En el campo del agua, en la defensa de sus nacientes y mantenimiento de sus infraestructuras de almacenamiento y distribución. También es indispensable que todos miremos hacia obras importantes que actualmente están paralizadas o demoradas, empezando por el Sistema Hidráulico Yacambu, el cual se parece al cuento del gallo pelón ,con el agravante que a cada oferta reiterada de inauguración los caudales de agua para llenar su vaso se reducen.
En resumen vamos a preguntarnos qué ha pasado con todas las obras importantes de Lara, incluyendo las citadas en este artículo agregando además dos tareas básicas, la reparación de las vías internas de las Zonas Industriales que actualmente se encuentran en un estado deplorable y la ampliación de la cárcel de Uribana para solucionar el hacinamiento que allí existe.
Tenemos un camino, nos dejaron un camino, está enmontado por el abandono y el silencio, está empedrado por el miedo, pero allí está el camino. Caminemos por él, hagámoslo nuevamente camino porque al andar se hace camino y nuestros pasos pueden ser el comienzo de una senda de paz.
Jorge Euclídes Ramírez
Foto: Cortesía