Cientos de personas se movilizaron el jueves en las calles de la capital venezolana en apoyo a los pobladores del estado occidental de Zulia, una de las regiones más afectadas por las fallas de los servicios públicos, que incluyen cortes de energía eléctrica que a diario se prolongan en algunos sectores hasta por más de 20 horas.
En paralelo, como suele ocurrir en Venezuela, los partidarios del presidente Nicolás Maduro marcharon en rechazo a las políticas del Fondo Monetario Internacional y la supuesta injerencia extranjera en los asuntos internos de Venezuela y otros países de la región.
Bajo la consigna «el Zulia no se rinde», los opositores intentaron llegar a una de las sedes principales de la Corporación Eléctrica Nacional, en el este de Caracas; pero su paso fue bloqueado por agentes de la Guardia Nacional con equipos antimotines, lo que los obligó a tomar un desvío.
Apostados en la ruta de los opositores, grupos simpatizantes del oficialismo gritaban insultos sin que se registraran incidentes violentos.
«En el Zulia estamos viviendo un infierno», dijo Natalia Ríos, que viajó a Caracas para participar en la protesta convocada por el líder opositor Juan Guaidó, que como jefe de la Asamblea Nacional se declaró en enero presidente interino en desafío a Maduro.
«Nadie se imagina lo que es soportar en donde las temperaturas alcanzan los 40 grados (centígrados) y no podemos prender un ventilador para refrescarnos muchísimas horas», resaltó Ríos, una estudiante de 21 años.
«En el Zulia se va la luz todos los días. Nos ponen el agua una o dos veces a la semana. Ni gasolina tenemos. Hasta 12 horas tenemos que esperar para llenar el tanque; esto es inaceptable cuando el Zulia le dio tanto petróleo y riqueza al país», manifestó
Los expertos sostienen que las fallas continuas en servicios como el suministro de gasolina, agua y electricidad son consecuencia de una administración corrupta e incapaz que se evidencia en buena medida por la falta de mantenimiento.
El sistema eléctrico nacional se encuentra prácticamente en ruinas, sobre todo las centrales termoeléctricas que otrora fungían como un respaldo seguro en caso de una avería en la hidroeléctrica del Guri, que aporta cerca del 7% de la electricidad en este país sudamericano.
«No podemos perder la calle, tenemos que mantener la lucha por la calidad de vida que merecemos todos los zulianos. El régimen se dedica a perseguir, a impedir la protesta pacífica, en vez de ocuparse de mejorar la calidad de vida de la gente”, dijo a la prensa el exgobernador Pablo Pérez. “Vamos a seguir en la lucha, el Zulia ahora esta devastado; pero volverá a ser ese estado de progreso que fue”.
En tanto, miles de partidarios del gobierno salieron a marchar desde varios puntos de Caracas “en contra del Fondo Monetario internacional, en contra del imperialismo, en contra de la intervención extranjera en los asuntos de los pueblos del mundo”.
“Los pueblos de Ecuador, de Chile despertaron” en contra las políticas del Fondo Monetario Internacional y los gobiernos de derecha, dijo Diosdado Cabello, jefe de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente.
Cabello es considerado el hombre más poderoso del gobierno luego de Maduro. Según él, la brisa de la revolución va a llegar a Colombia y a Brasil, países que “en lugar de ver sus propios problemas, hipócritamente arremeten con países contra nosotros porque decidimos ser libres y soberanos”.