El jardinero cubano Jorge Soler, de 29 años, lamentó no haberse vacunado contra la Covid-19 y por ese detalle no pudo jugar con los Bravos de Atlanta el Juego 6 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional contra los Dodgers de Los Ángeles, que le dio la clasificación a la Serie Mundial.
No sólo se perdió ese juego, sino también el decisivo de la Serie Divisional de la Nacional. Ahora está arrepentido. “Me siento diferente”, expresó. “Me siento mal. Me voy a vacunar apenas pueda”.
Debido a que Soler no estaba vacunado, seguía sometiéndose a pruebas continuas, pese a no presentar ningún síntoma. El martes 12 de octubre arrojó positivo horas antes del Juego 4 de la Serie Divisional de la Nacional entre Bravos-Cerveceros (Milwaukee).
Soler tuvo que salir inmediatamente del estadio y ausentarse por al menos 10 días. El patrullero no presentó síntomas durante ese tiempo y finalmente pudo regresar al roster el jueves 14 de octubre, cuando recibió el alta médica del Comité Conjunto de MLB.
“Me siento realmente mal por no haber estado con el equipo”, indicó Soler. “Realmente extrañé estar aquí”. Era el jardinero derecho y primer bate de Atlanta antes de su ausencia. Ahora, con el puertorriqueño Eddie Rosario, Joc Pederson y Adam Duvall jugando bien, el antillano parece no tiene espacio en las praderas.
Pero los Bravos están en la Serie Mundial y puede pasar a ser el candidato principal para ocupar el puesto de bateador designado durante los juegos disputados en Houston. Sólo debe esperar, a ver si el mánager Brian Snitker toma la decisión y aprovecha para incluirlo en la alineación del elenco consentido en Georgia.
Vía Mark Bowman de MLB.com
Foto: Jorge Soler contra la pared por no dejarse inyectar