El estado Lara, cierra el año 2019 con 197 pacientes renales fallecidos, 112 más que el año anterior, denuncia Daniel Colmenárez, presidente de la Fundación Amigos del Paciente Renal (Fundaprel).
Atribuye los decesos a la falta de equipos que permitan un tratamiento de diálisis óptimo así como a las fallas eléctricas en el país aunado a la falta de antibióticos.
“Al no haber antibióticos el catéter se infecta, se contamina el organismo y conlleva a la muerte de paciente».
Aseguró que 50 máquinas, o riñones artificiales, están dañadas y que no hay repuestos para repararlas. Asimismo, – dijo- durante el año presentó muchos problemas con las plantas de ósmosis en las unidades de diálisis.
“Estas de una tragedia, el paciente renal es muy vulnerable, su vida depende de una máquina, y lo indicado es recibir cuatro horas de diálisis. Sin embargo, debido a los problemas mencionados solo recibe dos horas y media de tratamiento.
Colmenárez, solicita a las autoridades de salud en Lara gestionar soluciones ante el gobierno nacional y que se garantice el derecho a la vida.
Aura Rosa Castillo.
Foto: ARCG