Tigres eliminaron a Bravos en el juego bonito del jueves 23 de diciembre en Maracay, con marcador de 10-3, donde tres errores, deficiencia del pitcheo y falta de respuesta ofensiva terminaron por enterrar a los margariteños, que para muchos se apreciaban con mayor solidez y hasta inspirados por hacer las cosas bien. Pero el que se desenvuelve mal en el terreno, paga las consecuencias. Los del elenco insular quedaron fuera de la semifinal por segunda vez seguida.
Las pifias del paracorto José Alexander Martínez, el inicialista Dennis Ortega y el antesalista cubano Adonis García provocaron un gran daño a la altura del cuarto inning, cuando los de la escuadra felina produjeron seis anotaciones, abrieron el marcador 8-1 y prácticamente metieron en la nevara el partido en contra de unos rivales que no pudieron reaccionar sino en la parte alta del noveno episodio, al fabricar apenas dos carreras.
Los dos equipos llegaron empatados 25-24 a la última jornada de la LVBP, que los obligó a un encuentro extra en el estadio José Pérez Colmanares de la Ciudad Jardín. Hasta allí ninguno de los dos había mostrado flaqueza o debilidad. Más bien demasiado fuerza y calidad. Pero uno tenía que ganar. Y lo hicieron los Tigres, que batearon oportunamente y definieron su pase al round robin.
Dicen que cuando los equipos pierden es por culpa de los mánager. Pero en el caso de los Bravos no ocurrió eso porque David Davalillo, uno de los hijos de Pompeyo, le puso un mundo y llevó a los insulares hasta un partido adicional, que se decidió por pitcheo, ofensiva y defensiva. Los Tigres batearon 14 imparables contra 10 y cometieron un error por parte del campocorto Hernán Pérez, quien incurrió en un mal tiro.
Los Tigres se veían eliminados la semana pasada. Pero se recuperaron, volvieron a la vida y aseguraron cinco victorias consecutivas, incluidas dos contra los Bravos. Los bengalíes han jugado cuatro juegos extra durante su historia en la LVBP, favorecidos en dos.
Los Tigres en 1982 perdieron ante Leones del Caracas que se observaban acabados, pero prendieron los motores, salieron de las cenizas y sorprendieron hasta ganar no sólo el campeonato de la Liga sino la Serie de Caribe en la localidad de Hermosillo en México.
Los Bravos se veían dentro del todos contra todos, pero perdieron la mitad de sus últimos 10 partidos, para finalmente acompañar a Águilas y Tiburones en la lista de los eliminados. En cambio los Tigres están dentro, en la semifinal, junto a Magallanes, Cardenales, Leones y Caribes. Falta saber qué puede suceder a partir del domingo 26 cuando arranca la segunda fase del torneo de la pelota local.
Marco Davalillo, hermano de David, está satisfecho por la labor de las Águilas en este torneo de la LVBP. Agradeció a la gerencia de la organización de haberlo tomado en cuenta en esta nueva etapa en sustitución de Rouglas Odor. Explicó que jugadores jóvenes como Yonathan Perlaza y Osleivis Basabe sufrieron lesiones cuando comenzaban a rendir.
Otros, José Herrera, Andrés Chaparro y Simón Muziotti, fueron parados por sus equipos grandes en EEUU. Recordó que sólo el jardinero Luis Alexander Basabe se mantuvo en el grupo, acompañado de jugadores de experiencia. Marco, por eso, debió apoyarse en el camarero Jackson Chourio, un adolescente de 17 años, como también en el inicialista Santiago Rincón, quienes sacaron la cara por el equipo y mostraron de lo que pueden ser en el futuro.
Foto: Peloteros de los Tigres todavía festejan su pase al round robin. ¿Quién no?