De acuerdo con el padre Badoglio Durán, párroco de la Iglesia Catedral de Barquisimeto, “tenemos que ver el nacimiento del Niño Jesús como el regalo más grande que Dios le ha dado a la humanidad”.
Así lo expresó al ser consultado sobre el significado para los católicos de la festividad de la Nochebuena.
–Navidad es un motivo de alegría porque eso significa que Dios está con nosotros, y se quedó con nosotros por amor, por lo cual no podemos desviar hacia otros objetivos el significado de todas estas reflexiones en estos tiempos, difíciles por cierto.
–No debemos dedicarnos a objetivos superficiales, que no nos dan la felicidad perdurable, porque ahora el hombre, en su afán de buscar la felicidad, apunta muchas veces a lugares y cometidos equivocados.
¿Como cuáles…?, le preguntamos, y respondió:
–Como el dinero, el afán de lucro, la avaricia, los placeres, las fiestas, la vida mundana, y con ello lo que hace es perder el tiempo, porque ésa es una falsa felicidad, pues esa actitud lo que hace es que nos sigamos quedando vacíos.
Gozosos y alertas
Asevera el padre Durán que “los cristianos debemos estar gozosos por un lado, pero alertas por el otro, para no perdernos entre tantas situaciones que nada ofrecen, incluida la ahora moderna tecnología, que, si bien es positiva a los efectos del avance de la humanidad, sigue siendo completamente vacía”.
–Entonces, así las cosas, la salida, el camino, la vía, no es sino Cristo, y ese debe ser el sentido de la Navidad para un cristiano.
¿Felicidad y alegría con penurias…?
En el caso de Venezuela, ¿cómo entender que haya felicidad y alegría con tantos hogares llenos de problemas, de frustraciones, de penurias y de calamidades?
– Bueno, vivimos tiempos de conflictos, de dolor, de problemas sociales y políticos que nos afectan a todos, no podemos escapar de eso, y es allí en donde el nacimiento de Cristo juega un papel importantísimo, porque él es la paz, es la tranquilidad y es el amor.
Fíjate: desde el 2020 llevamos ya dos años con una pandemia que hizo ver que lo seres humanos somos vulnerables.
Esta pandemia debe hacernos reflexionar y concluir que sin Dios es imposible avanzar, crecer como seres humanos, porque perdimos los valores: Nos deshumanizamos por no tener a Dios presente, y simplemente le dimos la espalda.
Esa humanidad, quiero decir los países desarrollados, nos volvimos fue hacia nosotros mismos, mirando solamente hacia nuestro entorno, y nos volvimos más egoístas
En estos tiempos en que ha habido tantas muertes, y también mucha desidia, la Iglesia Católica abre sus brazos, como Cristo, para consolar, para levantar al caído, para fortalecer al débil, en este difícil momento que está viviendo la humanidad.
–Ciertamente, muchos hogares venezolanos, pero también en el mundo, están celebrando una Navidad en medio de la incertidumbre, del miedo e incluso de la rabia, por no poder mejorar esta situación.
–Y de allí que la única respuesta para todo esto sea la presencia de Cristo Jesús en nuestros corazones.
Reinaldo Gómez
Gráficas: Ángel Zambrano