¡Feliz Navidad !
La Navidad es una época para recordar al Hijo de Dios y renovar nuestra determinación de tomar Su nombre sobre nosotros. Es el tiempo para reexaminar nuestra vida y evaluar nuestros pensamientos, sentimientos y hechos.
“Es un tiempo de recuerdo, de gratitud y un tiempo de perdón”.
Actualmente, la Navidad se celebra en muchos lugares y de formas muy distintas. En general, tiene lugar un aumento del consumo, en Venezuela todos comprábamos y elaborábamos alimentos para celebrar las cenas familiares, también regalos, para colocar bajo el árbol e intercambiar, “por ahora”, sólo un segmento privilegiado lo puede hacer.
En los locales públicos comúnmente se escuchaban canciones propias de la Navidad, los populares villancicos. Otras costumbres a destacar era la decoración y el alumbrado en calles y casas, y la degustación de dulces típicos de la época. Pan de jamón, turrones, hallacas, bollos, dulce de lechosa… los postres tradicionales.
Desde el punto de vista cristiano, el significado de la Navidad responde a la manifestación de ciertos valores que durante estas fechas cobran un significado especial.
“Valores como la solidaridad, la unión, el amor, la paz y la esperanza son más propios de la época de Navidad, y se encuentran representados en las creencias religiosas del cristianismo”.
La Navidad fue establecida en el día 25 de diciembre como día de solemnidad por la Iglesia católica en el año 350 gracias al papa Julio I. En la Biblia, sin embargo, no se menciona el día exacto del nacimiento de Jesús, por eso la celebración de la Navidad en principio no formaba parte de las tradiciones cristianas.
Fue a partir de la redacción de los textos evangélicos, en el siglo I d.C., que comenzó a desarrollarse un interés por el nacimiento e infancia de Jesús. San Lucas y San Mateo hablan en sus Evangelios sobre su vida y su obra. Es en estos textos donde figuran los hechos que narran el alumbramiento, y en ellos reside la esencia misma de la Navidad.
Por otro lado, la Iglesia tenía la necesidad de sustituir las fechas en que se celebraban las fiestas Saturnales. Estas fiestas, tradicionales en la Antigua Roma, se celebraban durante el solsticio de invierno. Se fijó, pues, el día 25 de diciembre como fecha conmemorativa del nacimiento de Jesucristo, para facilitar la aceptación del cristianismo por los llamados paganos.
El árbol navideño tiene un significado cristiano, aunque su uso se ha generalizado en personas de distintas creencias. Su origen tiene lugar en el norte de Europa, donde tradicionalmente se celebraba el nacimiento del dios Sol adornando un árbol.
Desde el punto de vista cristiano, el árbol de Navidad hace referencia al árbol del Paraíso, al pecado original y a la figura de Jesús como redentor de los pecados, pero también la hoja perenne es un símbolo de la vida eterna.
Los adornos típicos del árbol de Navidad son:
La estrella, símbolo de guía, en referencia a la estrella de Belén;
Las bolas, originariamente manzanas, en referencia a las tentaciones;
Guirnaldas y espumillones, símbolo de unidad y alegría;
Luces, originalmente velas, simbolizando la luz de Jesús que ilumina el mundo.
Papá Noel es el nombre que recibe en algunos países el personaje de Santa Claus, Santa, San Nicolás, entre otros. Es un personaje vestido con un traje de color rojo, cinturón y botas negras, que se encarga de fabricar y entregar los juguetes deseados por los niños en la noche del 24 al 25 de diciembre.
El pesebre, también conocido como belén o nacimiento, es un símbolo importante de la Navidad, ya que representa la llegada de Jesús al mundo.
Dentro del pesebre, las figuras esenciales son la Virgen María, San José y el Niño Jesús, junto a la mula y el buey. Otras figuras del pesebre son los tres Reyes Magos (Melchor, Gaspar, Baltasar) y los pastores.
La corona navideña, también llamada corona de Adviento, es utilizada para representar el periodo de Adviento de cuatro semanas que precede la llegada de la Navidad. Está hecha con ramas de pino o de abeto. En ella se colocan cuatro velas, una por cada semana.
La información sobre el nacimiento de Jesús se encuentra en los evangelios de Lucas y Mateo. Uno de los textos más distinguido sobre la Navidad se encuentra en el libro Lucas:
Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un censo de todo el mundo habitado. Este fue el primer censo que se levantó, cuando Cirenio era gobernador de Siria. Y todos se dirigían a inscribirse en el censo, cada uno a su ciudad.
Y también José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, para inscribirse junto con María, desposada con él, la cual estaba encinta. Y sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.
En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche. Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor.
Mas el ángel les dijo:
“No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo, el Señor. Y esto os servirá de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”.
De repente, apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo:
“Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace”.»
(Lucas, 2: 1-14).
Dios es eterno, este año, una vez más, debemos celebrar el cumpleaños del niño que, siendo Dios e hijo de Dios, se encarnó para salvarnos del pecado original y traernos paz, armonía y esperanza…
En oración silente, celebremos la bienaventuranza de la Sagrada Virgen María y en compañía de San José abramos al niño Dios las puertas de nuestros hogares con la máxima de San Antonio de Padua…
“Dios no permitiría males en el mundo si de ellos no sacara grandes bienes”.