La temporada regular de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) dejó momentos que quedaran en el imaginario colectivo de los amantes de este deporte.
En aquel 12 de octubre en que se inició la zafra regular, se evidenciaron jugadas de ensueño, batazos determinantes, récord de jonrones y el destacable progreso de diversos peloteros, que vistieron un nuevo uniforme en la presente campaña.
Cedrola
Entre los jugadores que tuvieron una descollante campaña regular tras haber sido cambiados de equipo, se encuentra el reciente ganador del título de bateo, Lorenzo Cedrola, quien, desde su llegada al conjunto de los Tigres de Aragua, se encargó de ser un primer bate de lujo, con constante contacto y capacidad de embasarse, para ayudar a los bengalíes a que tuvieran un cierre de campaña destacable.
Cedrola llegó a los Tigres proveniente de los Tiburones de La Guaira.
En esta temporada, superó todos sus topes personales en su carrera, además, de inscribir su nombre en varios departamentos ofensivos del conjunto aragueño.
El jardinero exhibió un exorbitante .395 de average, que le permitió hacerse del flamante título de bateo.
Asimismo, con sus 83 inatrapables, logró unirse a un selecto club que lidera el histórico Víctor Davalillo, con una campaña de 80 o inatrapables.
Davalillo logró conectar 100 incogibles en una zafra con el conjunto aragueño.
Entre otros números ofensivos a destacar, se encuentran sus cuatro cuadrangulares, superando su máxima que eran dos en la zafra 2023; remolcó 33 carreras (23 era su máxima), anotó en 47 oportunidades (32 en 2023), pegó siete triples (2 en 2023), comandó la liga en OBP con .451, y, estuvo entre los primeros cinco en OPS (1.008) y slugging (.557).
José «Cafecito» Martínez no se equivocó cuando mencionó para “Líder en Deportes” que, “desde su llegada al equipo, sabía que sería de mucha importancia para nosotros (…) Lorenzo es un chico muy talentoso”.
Junior ganó la ´Guerra´ contra sus rivales
Luego de cuatro campañas para olvido, Junior Guerra, mostró una versión excelsa de su trabajo en este 2024, luego de superar las lesiones y dolencias que le aquejaron en los últimos años.
El lanzador de los Navegantes del Magallanes estuvo soberbio en el morrito, al punto de llevarse dos de las tres estadísticas para la triple corona de pitcheo (efectividad y juegos ganados).
Sólo le faltó quedarse con el renglón de los ponches, para también alzarse con esta distinción.
El oriundo de San Félix llegó proveniente de los Tiburones de La Guaira, que recibieron al rendidor Yangervis Solarte, quien tuvo una temporada productiva con el conjunto escualo, siendo factor determinante en diversos renglones ofensivos.
Guerra dejó foja de 8-1, siendo su mejor campaña en la LVBP; su efectividad fue la más baja del torneo, con 2.63; lanzó por espacio de 68.1 innings (tope en su carrera), regaló 26 pasaportes y guillotinó a 48 rivales, siendo la segunda mejor marca de la liga, solo superado por su compañero de equipo, Cristofer Ogando, con 53.
La loable zafra labrada por Junior Guerra, lo dejan como firme candidato a llevarse el Pitcher del Año, así como, el Regreso del Año, en la LVBP.
Cambios de ganar-ganar
Durante la temporada regular, se generaron varias otras transacciones entre los equipos.
Uno de los cambios que resultaron favorables para ambas novenas fue el de Caribes de Anzoátegui con los Navegantes del Magallanes, en el que Romer Cuadrado se uniformó con la tribu, luego de disputar dos juegos con los navieros, mientras Diego Castillo se subía a la nave turca.
Este cambio fue favorable para ambas novenas, debido a que Cuadrado fue una de las piezas que destacó a la ofensiva por los orientales, pese a ocupar el último lugar de la tabla de posiciones.
En 49 compromisos disputados, por primera vez en su carrera en la LVBP, Cuadrado arribó a los 10 jonrones, conectó 11 dobles (tope en su carrera), remolcó 36 carreras (tope personal), pegó 52 inatrapables y anotó 25 carreras.
Asimismo, el jardinero de los orientales, con sus 10 vuelacercas, superó al histórico Luis Raven como el jugador con más jonrones en una campaña luego de ser cambiado de equipo en esa misma zafra.
Luis Raven había conectado nueve vuelacercas en la temporada 2001-2002, cuando pasó, del antiguo Pastora de Los Llanos, a los Tiburones de La Guaira.
Por su parte, Diego Castillo, luego de incorporarse a la nave turca una vez finalizado el torneo internacional Premier 12, llegó repartiendo batazos por doquier para convertirse en un referente y oportuno bateador para la causa de los navieros.
En sus 17 compromisos disputados, Castillo conectó 18 inatrapables, un cuadrangular, tres dobletes, anotó 10 carreras, trajo 12 rayitas al plato, negoció 10 bases por bolas y dejó average de .277 en 65 turnos al bate.
Fuente: Meridiano
Gráfica: Referencial
RG