Una historia impactante de un hombre que exigió a su ex esposa, después de haberse divorciado, que le devolviera el riñón que con tanto amor le donó, ha resurgido en Internet, dejando a la gente conmocionada.
El doctor Richard Batista, un destacado cirujano vascular y padre de tres hijos, le donó a su esposa, Dawnell, su riñón cuando ella sufrió una insuficiencia renal en 2001, en un intento desesperado por salvar su vida y su matrimonio, algo que finalmente logró.
Pero, cuando se separaron cuatro años después, exigió a Dawnell que le devolviera el riñón que le había donado, o, de lo contrario, que le pagara 1,5 millones de dólares.
El médico y la enfermera
La pareja se conoció en la década de 1980, cuando Richard era médico residente y Dawnell enfermera en formación.
Pronto se enamoraron, y se casaron en 1990, tuvieron tres hijas, pero el matrimonio comenzó a desmoronarse lentamente.
Richard afirmó que su relación ya estaba en crisis cuando Dawnell sufrió una insuficiencia renal en 2001 y necesitó un trasplante de riñón, aunque no dudó en darle su órgano cuando descubrió que era compatible.
Sin comentarios
Hasta ahora, Dawnell no ha hecho comentarios públicos, pero –no hace falta decirlo– Richard no logró obtener ni el riñón ni la compensación durante el proceso de divorcio
En una decisión de 10 páginas, la Corte Suprema del Condado de Nassau rechazó la solicitud del médico, y argumentó que el riñón donado por Richard Batista “no era un elemento de propiedad a valorar en la demanda de divorcio”.
Sin futuro
Los especialistas en ética médica coincidieron en que el caso no tenía futuro.
Cuando se le preguntó qué probabilidades habría de que el médico recuperase su riñón o de que recibiese dinero por él, Arthur Caplan, del Centro de Bioética de la Universidad de Pensilvania, lo calificó como “algo entre imposible y completamente imposible”.
En primer lugar, Robert Veatch, especialista en ética médica del Instituto Kennedy de Ética de la Universidad de Georgetown, afirmó que “es ilegal intercambiar un órgano por algo de valor”.
En Estados Unidos, los órganos no se pueden comprar ni vender.
Donar un órgano es un regalo y, legalmente, “cuando das algo, no puedes recuperarlo, y menos si la persona que recibió ese órgano no te lo quiere devolver”, añadió.
Fuente: Cactus 24
Gráfica: Referencial
RG