Este lunes el Kremlin reacciono al informe del fiscal especial, Robert Mueller, el cual afirmó que los rusos llevaron a cabo acciones para influenciar en el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016.
«No vimos el informe» de Mueller y «por lo tanto no podemos comentarlo», declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
«Pero nuestra posición de principio (…) es sabida: nuestro país nunca interfirió en los asuntos internos de otros países, incluso de Estados Unidos», subrayó, Peskov, que denunció acusaciones «sin fundamento».
En un mensaje al Congreso, el ministro estadounidense de la Justicia, Bill Barr, indicó por otra parte que «las investigaciones del fiscal especial no determinaron que el equipo de campaña de Trump o cualquier otra persona se haya asociado o coordinado con Rusia para influenciar la elección presidencial estadounidense de 2016», según reseñó el diario Panorama.
«Los resultados de la investigación Mueller son una vergüenza para Estados Unidos y su élite política», declaró el senador ruso Alexei Pushkov.
«Confirman que todas las acusaciones fueron inventadas», agregó.
Las conclusiones del informe permiten a Moscú y Washington, cuyas relaciones están en su nivel más bajo desde el fin de la Guerra Fría, «volver a empezar de cero en muchos asuntos», dijo por su lado el senador ruso Konstantin Kosachev, citado por la agencia de prensa RIA Novosti.