Misericordia para la humanidad golpeada por la pandemia, ha suplicado el Papa Francisco, este mediodía del miércoles 27M, mientras que el padre venezolano Arturo Sosa, superior de los jesuitas, reflexionó que la pandemia «nos está mostrando el poder de la fe (…) y que ninguno puede prescindir de los demás».
En el día de la fiesta de la Anunciación y Encarnación del verbo en el vientre de la Virgen María, como lo reseña @vaticannews, cuando cristianos de todas las Iglesias y comunidades del #mundo rezaron junto a Francisco, el pontífice imploró misericordia para la humanidad duramente golpeada por la pandemia del coronavirus.
Por su parte, el llamado «Papa Negro» recordó que el #coronavirus no distingue edad, raza, religión o condición social, y por eso llamó a la unión “como único cuerpo”, porque las crisis se superan cuando hay consciencia del “bien común”.
Mientras Sosa invita a pedir luz para iluminar el camino y gracia necesaria para hacerlo como hermanos solidarios, Francisco recordó a los creyentes el poder de la oración que Jesús enseñó: el #PadreNuestro, en momentos cuando no se sabe cuán largo es este trecho del camino, ni cómo es el trecho que sigue.