Un estudio en ratones sugiere que ciertos analgésicos, como el ibuprofeno, podrían reducir la producción de anticuerpos, que impiden que el virus infecte a las células.
La preocupación sobre los analgésicos es que puedan limitar la misma respuesta del sistema inmunológico que intenta producir la vacuna.
Las vacunas funcionan engañando al cuerpo para que piense que hay un virus y le haga frente. Eso podría causar dolor temporal en el brazo, fiebre, dolores musculares u otros síntomas de inflamación, signos de que la vacuna está haciendo su trabajo.
Otros estudios han determinado que los analgésicos podrían mermar la respuesta a algunas vacunas infantiles, de modo que muchos pediatras recomiendan a los padres que no den estos medicamentos a los niños antes de la inyección y sólo los administren después cuando sea necesario, indicó el doctor William Schaffner, experto en enfermedades infecciosas en la Universidad de Vanderbilt.
Los Centros estadounidenses de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) actualizaron hace poco sus recomendaciones para desaconsejar los analgésicos antes de la vacuna contra el COVID-19. Pueden tomarse después para combatir los síntomas si el paciente no tiene otros problemas de salud que desaconsejen su uso, pero hable con su médico.
Si ya está tomando analgésicos por otro problema de salud, no debe dejarlos antes de vacunarse, al menos no sin preguntar a su médico, indicó Jonathan Watanabe, farmacéutico de la Universidad de California, Irvine.
Si quiere aliviar los síntomas que se presenten tras la vacuna, añadió, es mejor recurrir al acetaminofen o paracetamol (comercializado como Tylenol) porque funciona de manera diferente a otros analgésicos.
“Si tiene una reacción después y necesita algo, tome algo de acetaminofeno”, dijo Schaffner. La respuesta inmunológica generada por las vacunas es lo bastante fuerte como para que cualquier rebaja causada por los fármacos será probablemente pequeña y no afecte a la inmunización, señaló.
El CDC ofrece otros consejos como mantener un trapo húmedo y frío sobre la zona donde se aplicó la vacuna y ejercitar ese brazo. Para la fiebre, recomienda beber mucho líquido y llevar pocas capas de ropa. Llame a su médico si la rojez o las molestias en el brazo aumentan después de un día o si los efectos secundarios no desaparecen después de varios días, añadió el CDC./SYGA
Con información y foto de AP