El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este lunes 25Mar, el secuestro masivo de 66 personas perpetrado este fin de semana en el estado de Sinaloa.
La mayoría han sido rescatados y han regresado a sus casas bien. Ya fueron localizadas 58 víctimas; las que continúan secuestradas están identificadas, y entre ellas no hay menores de edad, agregó.
El mandatario agregó que «es una confrontación entre bandas» al tiempo manifestó que tenía la información, pero que no podía dar a conocer los datos. «Afortunadamente han ido apareciendo, eso es lo que deseamos, que aparezcan todos»
Precisó que en los operativos que se ejecutan en la ciudad de Cualiacán, en donde ocurrieron los secuestros, participan 1.800 funcionarios de las Fuerzas Armadas, reseña RT.
En unos de estos operativos de búsqueda hubo un enfrentamiento en que perdieron la vida un soldado y tres civiles.
«Queremos mandarles un abrazo a los familiares del soldado que perdió la vida, hay uno herido ya está fuera de peligro; y desear que aparezcan los ocho [secuestrados] restantes y decirles a sus familiares que se está haciendo la búsqueda», señaló.
Contradicciones
El caso desató una conmoción, ya que las víctimas, entre las que se encontraban menores de edad, fueron sacadas por la fuerza de sus casas, lo que evidencia el grado de violencia con que actúan las organizaciones criminales.
Las primeras informaciones de los secuestros, ocurridos este viernes, fueron contradictorias, ya que ni siquiera las autoridades podían corroborar cuántas personas estaban en manos de las bandas criminales.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, primero aseguró que solo eran versiones sin confirmar; luego reconoció que había 25 secuestrados y que no estaban rebasados, por lo que no requerían ayuda del Gobierno nacional.
A las pocas horas se contradijo, anunciando la llegada de efectivos de las fuerzas nacionales y reconoció que eran 66 las víctimas lo cual desató una polémica al minimizar la gravedad de lo sucedido.
«Son cosas que lamentablemente ocurren», dijo, intentando naturalizar que las familias se resignen a que miembros del crimen organizado entren en cualquier momento a sus casas y se los lleven junto con sus hijos.
Recién el domingo, el gobernador confirmó que habían sido secuestradas 66 personas, de las cuales 58 ya estaban localizadas.
Las víctimas no fueron rescatadas por las fuerzas de Seguridad, sino liberadas por sus captores, aunque todavía se desconoce con precisión el móvil.
Víctimas no denunciarán
El secretario de Seguridad, Gerardo Mérida, dijo que ninguna de las víctimas quiso declarar o presentar una denuncia, pero la Fiscalía igual intentará avanzar en el proceso de investigación.
Para atender la situación las autoridades federales enviaron el viernes a Sinaloa dos batallones de fuerzas especiales, integrados por más de 600 elementos, para participar en las acciones de búsqueda de las personas desaparecidas.
Al operativo también se incorporaron otros 300 militares y un batallón de la Guardia Nacional.
Rocha señaló el sábado que las fuerzas militares se disponen a incrementar el número de uniformados para atender el caso.
Hasta el momento las autoridades no han informado quienes serían los autores de los secuestros o si ya se han realizado detenciones.
Hechos de violencia en Sinaloa
Los secuestros se registraron un día después del asesinato de tres personas, que fueron calcinadas y dos de ellas degolladas, en la sierra de Badiraguato, en Sinaloa, presuntamente por integrantes de grupos criminales.
En los últimos años Culiacán y otras ciudades de Sinaloa han sido escenario de violentos eventos que han ejecutado miembros del poderoso Cartel de Sinaloa que tiene esa región como su bastión, aunque sus células operan en diferentes estados de México.
A comienzos del año pasado los habitantes de Culiacán vivieron difíciles horas luego de la recaptura de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien fue extraditado ocho meses después a Estados Unidos para enfrentar un proceso por narcotráfico y lavado de dinero.
La detención Guzmán López dejó una treintena de muertos y más de medio centenar de heridos y desencadenó numerosos bloqueos de vías y ataques armadas, entre ellos los que tuvieron lugar en el aeropuerto de capital y una base aérea militar.
Los incidentes hicieron recordar a muchos habitantes de Culiacán la violenta jornada que se vivió el 17 de octubre de 2019, conocida como “culiacanazo”, cuando la ciudad fue tomada por miembros del Cártel de Sinaloa para liberar a Ovidio, que sólo estuvo capturado algunas horas.
Atención gubernamental
Por otra parte, el gobernador del estado central de Puebla, Sergio Salomón, confirmó la noche del sábado en su cuenta de X el homicidio de Jaime González Pérez, candidato por el partido gobernante Morena a la alcaldía de Acatzingo en esa entidad.
La Fiscalía de Puebla dijo en un comunicado que agentes de esa institución se trasladaron al lugar donde ocurrió el hecho para iniciar las investigaciones.
Según medios locales, González Pérez, 45 años, fue agredido en una venta de autos por cuatro personas que se trasladaban en dos motocicletas.
Hace una semana fue asesinado en el estado occidental de Jalisco el dirigente opositor Humberto Amezcua, alcalde con licencia del municipio de Pihuamo, quien aspiraba a ser reelegido al cargo en los comicios de junio.
En los últimos meses han sido asesinados al menos una docena de aspirantes y políticos de cara a las elecciones generales del 2 de junio que se prevé podrían ser una de las más violentas.