“No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados”.
Adam Smith (16-06-1.723 / 17-07-1.790).
Adam Smith fue un economista y filósofo escocés, considerado uno de los mayores exponentes de la economía clásica y de la filosofía de la economía, conocido por su obra “La Riqueza de las Naciones” (1.776), se le conoce como el padre de la economía moderna. Fue Rector Honorífico de la Universidad de Glasgow.
El profesor Julio Harold Cole, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín, opina sobre Adam Smith:
“En esta época de excesiva especialización, no pueden dejar de impresionarnos la amplitud y profundidad de la erudición de Smith, fiel y genuino representante del espíritu de la Ilustración Escocesa. Sin embargo, por mucho que admiremos sus logros en campos tan variados, no puede negarse tampoco que la posteridad ha decidido recordarle principalmente por sus contribuciones a la ciencia económica, y su fama siempre se basará mayormente en su obra maestra, “La Riqueza de las Naciones”. Aunque escrita en inglés en el siglo XVIII, pertenece al mundo y a todos los tiempos. Smith separó definitivamente la economía del restrictivo marco de referencia mercantilista, que negaba los beneficios del libre comercio entre las naciones, e hizo de ella el estudio del orden social espontáneo (y generalmente no-intencionado) que surge de los intercambios voluntarios entre individuos que producen beneficios para todas las partes involucradas, sean domésticas o extranjeras. En tanto sobreviva en este mundo el amor por la libertad, los hombres libres seguirán inspirándose en Adam Smith”. Fuente: Wikipedia.
La capacidad de producción por unidad de trabajo, de la industria y/o de la superficie de la tierra cultivada depende directamente de la productividad.
Quienes han aceptado el poder de ejercer la autoridad para regir los destinos del país, deben tener presente que su cargo como funcionario público conlleva el deber de cumplir con la responsabilidad que es directamente proporcional a la forma o manera que se ha ejercido esa autoridad. No es con amenazas y coerción como se logra la productividad, todo lo contrario, esta actitud acaba con la producción porque, no existe producción que logre eficiencia sin que tenga productividad, o sea renta, beneficio y/o riqueza, es más la productividad es la única forma que existe para lograr el capital de reinversión necesario para la expansión, tecnificación y/o calidad de la producción, mejorando así, la calidad de los productos y la calidad de vida de empresarios, trabajadores y obreros.
Referida la productividad a la producción agroalimentaria, basta ya de populismo socialista y/o comunista; que el sector sea la cenicienta de la cadena de producción bajo la excusa de que el pueblo necesita de alimentos. La actividad agropecuaria simple y sencillamente es una muy difícil actividad “ECONOMICA”, que además de consumir varias generaciones para lograr que una unidad de producción agropecuaria sea eficiente depende múltiples factores: Climatológicos, insumos como: agro químicos, fertilizantes, combustibles, energía electica, transporte, conocimientos, seguridad jurídica y personal, etc., etc., etc.
La recuperación del sector, irrestrictamente, debe estar basado en un sistema de libre empresa donde impere la seguridad jurídica y personal; el derecho a la propiedad pura y simple, perfecta e “IRREVOCABLE”… desde siempre plasmado en los documentos.