Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).
Mi admirado slugger…: Por si no lo sabes, soy del grupo de quienes hemos estado cerca de los 3.000 incogibles en Grandes Ligas, sin poder alcanzar la cifra.
Por eso, mis felicitaciones muy sinceras, porque comprendo lo que es elevarse a esas alturas. Nosotros, los que casi sí, pero no, somos seis…: Sam Rice conectó 2.987 hits, Sam Crawford 2.901, Frank Robinson 2.943, Jake Beckley 2.938, Barry Bonds 2.935 (762 jonrones) y yo 2.930.
Tú tienes la doble facultad de hacer contacto con facilidad y también, fácilmente, sacar la bola. Cuando escribo ésto, has disparado 502 jonrones. Yo apenas conecté 301.
Pero como en este Más Acá, que ustedes llaman Más Allá, lo sabemos todo, estoy enterado de que el incogible recordado por tí con mayor orgullo no fue cuadrangular, ni fue una línea o un roletazo al outfield. Lo lograste con un técnico toque de bola. Tu único hit de este tipo.
Ocurrió el 9 de junio de 2006, cuando uniformado de Marlin, enfrentabas a Chris Young y a los Padres. Por supuesto que el tercera base, conocedor de tu poder, pues, jugaba bastante atrás de la base. Habías sido out en dos turnos anteriores y estabas en un slump de 13-0. Decían que perdías muchos swigns porque le tirabas a todo con excesiva fuerza.
Por eso los Padres esperaban uno de tus swings inmensos, cuando tocaste la bola, que rodó cerca de la línea de cal. El tercera base no tenía ningún chance de hacerte out, Young fue quien recogió la pelota, pero ni siquiera tiró a primera. Porque cuando se viró hacia allá, ya tu llegabas safe.
Ahora, porque eres un personaje adorable, tremendo muchacho, y por tus hazañas en el béisbol, has conmovido a millones de personas en muchos sitios del mundo con tu hit 3.000.
La cobertura ha sido muy amplia, desde semanas antes, hasta el día cuando tu equipo no pudo jugar por la lluvia, y en seguida tu primer turno en la fecha siguiente.
Si lanzaran tu candidatura para Presidente de Venezuela, ganarías “de punta a punta”, como diría Luis Plácido Pisarello.
Amigo Miguel…: Has pasado a la historia como uno de los más grandes bateadores. Y todos sabemos que batear es de lo más difícil en este mundo. Si fallas en siete de cada 10 intentos, eres extraordinario. Y tú, cuando disparaste tu 3.000, habías fallado menos de siete en cada 10, porque bateabas para .310,40.
Continúa bateando y recibiendo tus 32 millones de dólares por año. Abrazos de Roger.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
ATENCIÓN. El archivo de estas columnas en google si entras por “el deporte vuelve a unirnos”.
@juanvene5