La justicia tarda, pero llega. Después de un año y ocho meses, la familia Díaz -del pueblo originario jivi- fueron informados sobre la detención de Roger Bracho García, declarado culpable del delito de “abuso sexual agravado con penetración y continuado” contra Adina Díaz y Celis Chipiaje, quienes tenían 18 y 28 años de edad respectivamente cuando ocurrió el hecho.
El Tribunal Primero de Juicio en materia penal de la Circunscripción Judicial de Amazonas condenó al efectivo militar a 13 años de prisión. La sentencia se dio la tarde del viernes 22 de abril en la ciudad de Puerto Ayacucho, según se lee en el Diario.com.
De acuerdo con el reporte de la organización pro defensa de los derechos indígenas Kapé Kapé, el proceso se llevó 10 meses de audiencias, y por el caso pasaron dos jueces y tres fiscales.
Eleodoro Díaz, indígena jivi y padre de Adina Díaz, dijo al El Diario que, aunque la condena no repara el daño causado a su hija, siente que se hizo justicia.
“Esto muestra que la lucha de los pueblos indígenas ha avanzado, que es algo inédito”, agregó Eleodoro, quien con pocos recursos solo confió en la Fiscalía Novena porque no tenía cómo pagar abogados como sí lo hizo el teniente. Instó a que en todas las instituciones se respete a la mujer indígena y a que se lleven los procesos contra la violencia de la mujer de manera más expedita y no como les pasó a ellos, quienes debieron esperar casi dos años por la justicia. “Casi nos cansamos y nos desesperamos, pero lo logramos”, recalcó.
Fuente: El Diario
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