La ONU mostró este martes 25 de mayo, preocupación por la seguridad del periodista Román Protasevich, quien fue apresado por el Gobierno de Bielorrusia.
La detención del periodista se produjo luego que el gobierno de Bielorrusia desviara el avión en el que viajaba a Lituania.
Señalaron que su aparición el lunes en la televisión estatal no es en lo absoluto tranquilizadora, porque «se notan heridas en su rostro».
«Lo más probable es que esa aparición, en la que supuestamente confesó crímenes que había cometido, haya sido forzada», dijo la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet.
«La información obtenida bajo coacción no puede ser usada contra el señor Protasevich en ningún proceso legal. Esas confesiones están prohibidas por la Convención contra la Tortura», recordó el portavoz de la Oficina de Bachelet, Rupert Colville.
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