El guardabosque venezolano Ronald Acuña Jr., de los Bravos de Atlanta, creyó que no jugaría más en las Grandes Ligas, luego de la peligrosa fractura sufrida en la rodilla derecha la temporada pasada en el IoanDepot Park de Mami.
Sufrió mucho, pasó momentos difíciles y hasta tuvo que hacer un cambio de ciudad para comenzar su rehabilitación en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto. Antes de llegar a esa instancia, pensó en su familia, en todo lo que significa tener una responsabilidad y tratar de salir de esa pesadilla, que era la de recuperarse y regresar a su equipo en Estados Unidos.
Una locura lo vivido por el joven de 24 años, sin saber que iba a ocurrir después. «Luché a diario con muchas cosas, es verdad, pero lo más terrible fue el dolor que sentía en la rodilla, pero gracias a Dios lo superé, pude recuperarme en ligas menores de la organización de Atlanta y volví al equipo grande, lo que para mi parecía imposible», explicó ante un grupo de periodistas en el IoanDepot Park en EEUU, entre ellos Alfre Álvarez de Las Mayores.com.
«Mentalmente siempre estoy fuerte y eso me ayudó para salir a flote», señaló, aunque confesó que el terror y el trauma de la lesión lo hicieron pensar que todo había acabado para él. «Por mi mente bullían muchas cosas: que no volvería a jugar en Grandes Ligas, que no iba a caminar ni correr, en fin, pero a medida que transcurrían las semanas la situación mejoraba y eso me despertó la chispa de la esperenza en que sí saldría del trance».
El apoyo de su familia, de los amigos más cercanos, lo ayudaron muchísimo. «Muchas personas en La Sabana, donde nací y me crié en Venezuela, dependen de mi y tenía que luchar por ellos, lo que me sirvió de incentivo para comenzar a mejorar y lograr acercarme a lo que más quiero, que es el béisbol», indicó casi con un nudo en la garganta, porque las emociones han sido demasiadas y las angustas de atravesar por momentos tan complicados parecieron ponerlo contra la pared.
MÁS TRANQUILO
El Junior se encuentra más tranquilo, respira profundo, corre y brinca como un adolescente, su juventud le permite todas esas situaciones. En estos instantes batea para .292 con 17 hits y dos jonrones en 17 juegos, para 10 anotadas y 8 empujadas. Sabe que sobra tiempo para tomar el ritmo deseado y empezar a ofrecer resultados esperados por el mánager Brian Snitker, respaldado por su cuerpo técnico.
Lo peor ya pasó.
Genuina
Ronald Acuña Jr. ahora está más fuerte que nunca