La capacidad de ahorro de las familias se ha “pulverizado” debido a la devaluación del salario mínimo durante los últimos dos años asevera La ONG Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea).
Afirman que, a más de 800 días de espera por un aumento de retribuciones, la clase obrera padece una reducción considerable de su poder adquisitivo.
“Más de dos años de estancamiento deliberado del salario y una acelerada bonificación del ingreso han pulverizado el ahorro de las familias y arrebatado conquistas históricas de los trabajadores”, señaló Provea en una publicación en la red social X ( antes Twitter).
De acuerdo con su informe anual 2023, la alta inflación y la dolarización exacerbaron la inseguridad alimentario, con un salario que apenas cubrió el 1 % de la canasta básica, valorada en más de $500.
“La entrega de subsidios y bonos gubernamentales elevaron el ingreso a $132,2, aunque esto solo representó un 26,1 % del costo de la canasta en la entrega de bonos que no llegan a toda la población”.
La ONG expresa que, esta situación se “mudó” al 2024 debido a la nula respuesta gubernamental ante las exigencias de un salario mínimo digno.
“Con el salario mínimo estancado desde marzo 2022 a menos de cuatro dólares mensuales, se convierte en el más bajo de Latinoamérica, mientras que la inflación y la devaluación continúan erosionando el poder adquisitivo”, reza el informe.
De la misma forma aseguran que el derecho a la seguridad social para las personas de la tercera edad fue “olvidado”.
“El impacto real de los bonos sociales es mínimo, con montos que no alcanzan para cubrir necesidades básicas y no ajustadas a la inflación, lo que contribuye al empobrecimiento continuo de los beneficiarios y a más vidas en riesgo”, apuntó la ONG.
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Foto: Referencial