La llegada de 333.627 inmigrantes a España en el 2018 compensó la baja tasa de natalidad que padecía el país, y ha hecho crecer a la población hasta los casi 47 millones habitantes, la cifra histórica más alta registrada, según los datos provisionales de la Estadística de Migraciones del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La caída de los nacimientos hasta un 30% en una década y del bajo número de hijos por mujer hace que los movimientos migratorios sean decisivos para determinar el crecimiento de la población en España, reseño el portal español El País.
«Cuando tienes saldos vegetativos negativos muy importantes, la única opción es crecer por la migración exterior», explica Jordi Bayona, investigador del Centro de Estudios Demográficos.
Los datos reflejan que la mejora de la situación económica ha venido acompañada de un mayor flujo de entradas y salidas del país. El saldo entre las personas que se establecieron en España es de 643.037, un 21% más que en 2017.
La población venezolana en España fue la que tuvo mayor aumento en 2018, con la llegada de 42.803, un crecimiento del 47% con respecto al año anterior.
La grave crisis política y humanitaria que atraviesa el país sudamericano forzó a 341.800 venezolanos a pedir protección internacional y salir hacia distintos países, entre los que España se encuentra como uno de los principales destinos.
Por otro lado, la segunda nacionalidad con mayores llegadas el año pasado fue la colombiana, con 40.000 personas, y la marroquí con 32.217 llegadas.
El País.