Manuel Ricardo Cristopher Figuera, el exjefe de los Servicios de Inteligencia de Venezuela (Sebin) que abandonó el país tras el fallido golpe de estado el pasado 30 de abril, y pasó dos meses escondido y protegido por efectivos de seguridad en Bogotá, Colombia, llegó este lunes 24 de junio a Washington.
“Nunca vi la situación del país y la corrupción del gobierno tan de cerca como la vi en mis últimos seis meses”, dijo. “Entendí que Maduro es la cabeza de una empresa criminal. Su propia familia está involucrada”, afirmó a una entrevista realizada por el diario The Washington Post.
Figuera expresó que su trabajo al frente del SEBIN le hizo ver la «podredumbre» dentro del Gobierno de Maduro, según lo manifestado en la entrevista, en la que el exjefe del SEBIN afirmó haber llegado al país con un “tesoro”, en referencia a secretos de Maduro.
El exjefe del SEBIN acusa al Gobierno venezolano de negocios ilegales de oro, la presencia de células del grupo chií libanés Hezbollah en Venezuela y destaca la influencia de Cuba en Maduro, según el diario Post.
Sobre el oro
Figuera había comenzado a investigar a una compañía creada por un asistente del hijo de Maduro, Nicolás Maduro Guerra, el cual había establecido un monopolio comprando oro de mineros artesanales al sur del país a precios de vaca flaca, para venderlo a precios elevados al Banco Central. Figuera estaba preparado para llevar la información a Maduro pero, dijo, un oficial cercano al presidente le recomendó no hacerlo.
Hezbollah, ELN y el lavado de dinero
Figuera dijo que comprobó casos de lavado de dinero que involucraban al entonces vicepresidente Tareck El Aissami, que es ahora el ministro de industrias de Maduro y que ha sido sancionado y culpado en Estados Unidos de narcotráfico.
El Aissami ha negado públicamente las alegaciones. Ni él ni los otros oficiales nombrados por Figuera para este artículo respondieron a solicitudes de comentario enviadas al ministerio de comunicaciones. The Washington Post no pudo confirmar las alegaciones de Figuera independientemente.
Figuera dijo que obtuvo inteligencia que indicaba que grupos irregulares estaban operando en Venezuela bajo el brazo protector del gobierno, entre ellos miembros del grupo guerrillero colombiano ELN, activo en áreas mineras en el estado sur de Bolívar, prometiendo proveer una primera línea de defensa en caso de una invasión a Venezuela.
Dijo que obtuvo inteligencia de que Hezbollah tenía operaciones en Maracay, Nueva Esparta y Caracas, aparentemente ligado a negocios ilícitos para financiar operaciones en el Medio Oriente.
“Descubrí que los casos de narcotráfico y de guerrillas no debían ser tocados”, dijo.
Luego del golpe fallido
El que fuera director del SEBIN apuntó en esa entrevista que no se arrepiente de haberse levantado contra Maduro, pese a que el intento de sacar a este del poder fracasó y se puso en manos de agentes en Colombia.
El periódico indica que la oposición y los ciudadanos del país “han celebrado una parcial victoria con la deserción de Figuera”, porque evidencia “que han sido efectivos y que su esfuerzo se mantiene vigente incluso después del levantamiento fallido”.
The Washington Post