El alto costo de los medicamentos ha obligado a muchos pacientes hipertensos a suspender el tratamiento y las consecuencias pueden ser graves.
En vano, familiares y pacientes recorren farmacias en Barquisimeto en busca de la mejor oferta. En el caso de losartán, uno de los fármacos más solicitados, cuesta dos millones 400 mil bolívares la caja de 30 pastillas.
Hay pacientes que para su tratamiento necesitan varios medicamentos antihipertensivos, como Amelia Pulido quien apela a la fe en a Dios. «La pensión no me alcanza, me ayudan mis hijos y sé que es mucha carga para él”, dijo.
Al respecto, el médico internista, exdirector de salud en Lara, Ruy Darío Medina, explicó que la gran mayoría de pacientes hipertensos depende de medicamentos.
Advierte que la suspensión de un fármaco, abruptamente, el paciente entra en “alerta naranja”, porque la presión arterial empieza a subir y a su vez provoca dolor de cabeza, agitación….
El efecto al suspender el medicamento no es inmediato, pero al pasar el tiempo, existe riesgo de sufrir infarto de miocardio, hemorragia cerebral, daño renal que puede conllevar a una insuficiencia renal y requerir diálisis.
Igualmente, la presión arterial alta provoca lesiones cualquier a nivel periférico. Incluso se puede cangrenar un pie o cualquier parte, porque se cierran vasos pequeñitos presentes en intestinos y riñones y se producir laceraciones de tejido blando debido a la poca irrigación, explica el galeno.
Aura Rosa Castillo.
Foto referencial archivo El Informador.