Mientras aún se desconoce el paradero de casi 160 personas tras el derrumbe de un edificio de apartamentos del sur de Florida, los rescatistas utilizaban maquinaria pesada y sus manos el viernes en una búsqueda cada vez más desesperada de sobrevivientes.
Gran cantidad de bomberos en Surfside, a poca distancia al norte de Miami, trabajaban para localizar y extraer a quienquiera que aún esté vivo entre los restos del edificio Champlain Towers South de 12 pisos, y las esperanzas dependían de qué tan rápido los equipos puedan realizar su delicada tarea, con la ayuda de perros y micrófonos.
“Cada vez que oímos un sonido nos concentramos en esa área», señaló el subjefe de los bomberos de Miami-Dade, Raide Jadallah. “Podría ser solamente acero que está retorciéndose, escombros que caen, pero no específicamente sonidos de golpeteos o una voz humana”.
Zarandeadas por vientos intensos y chubascos intermitentes, dos grúas equipadas con grandes pinzas comenzaron a retirar escombros de la pila en la mañana, creando un ruido constante por el choque del cristal con el metal.
Una vez que las máquinas se detenían, bomberos con mascarillas de protección y cubos rojos subían encima de la pila para retirar trozos más pequeños a mano con la esperanza de hallar sitios donde pudiera haber gente atrapada. En un estacionamiento subterráneo, rescatistas con el agua hasta las rodillas utilizaban herramientas eléctricas para ingresar al edificio desde abajo.
Charles Burkett, alcalde de Surfside, dijo que los rescatistas estaban haciendo todo lo que podían para salvar a la mayor cantidad de gente posible.
“No tenemos un problema de recursos; tenemos un problema de suerte», manifestó.
Las autoridades dicen que aún desconocen exactamente cuántos residentes o visitantes se encontraban en el edificio cuando se desplomó, pero que intentaban localizar a 159 personas consideradas desaparecidas y que podrían haber estado allí o no.
Había flores dejadas en homenaje en una cerca, en las inmediaciones de la torre, y personas que aguardaban noticias de la búsqueda desde la distancia, abrazándose y apretando las manos. Varios feligreses oraban en una sinagoga cercana, de la cual algunos miembros estaban entre los desaparecidos.
En la playa cercana a la estructura en ruinas, Faydah Bushnaq, un visitante de Sterling, Virginia, se arrodilló y escribió en la arena: “Oren por sus almas».
“Se supone que estamos de vacaciones, pero no tengo ganas de divertirme», dijo Bushnaq. “Es el momento perfecto para decir una oración por ellos».
Durante la noche fueron extraídos otros tres cuerpos, y el director de la policía de Miami-Dade, Freddy Ramírez, dijo que las autoridades estaban trabajando con la oficina del médico forense para identificarlos. Se reportaron 11 heridos, de los cuales cuatro eran atendidos en hospitales.
Daniella Levine Cava, alcaldesa de Miami-Dade, dijo que los rescatistas corrían un “riesgo extremo” al moverse entre los escombros.
“Les están cayendo escombros mientras hacen su trabajo. Tenemos a ingenieros estructurales en el lugar para asegurarnos de que no se lesionarán, pero siguen adelante porque están muy motivados y están corriendo un riesgo extraordinario en el lugar cada día», señaló.
Los rescatistas utilizan sierras y martillos neumáticos con el fin de buscar espacios lo suficientemente grandes para que una persona esté allí, y Levine Cava consideró que aún hay razones para albergar esperanzas.
Rachel Spiegel dijo que su madre, Judy Spiegel, de 66 años, que está entre los desaparecidos, era una abuela llena de amor que llevaba en auto a sus dos nietas a todas partes, promovía la conciencia sobre el Holocausto y disfrutaba de helado de chocolate todas las noches.
“Sólo estoy orando para que ocurra un milagro», señaló Spiegel. “Estamos desconsolados de que ella estuviera en el edificio».
El adolescente Jonah Handler fue rescatado de entre los escombros horas después del derrumbe, pero su madre, Stacie Fang, falleció. Sus familiares emitierion un comunicado en el que expresaron su agradecimiento “por la efusión de solidaridad, compasión y apoyo que hemos recibido”.
“No hay palabras para describir la trágica pérdida de nuestra querida Stacie”, se afirma en el texto.
Muchas personas aguardaban en un centro de reunificación los resultados de la toma de muestras de ADN que pudieran ser de utilidad para identificar a las víctimas.
Aunque las autoridades dijeron que no se ha determinado la causa del derrumbe, el gobernador Ron DeSantis dijo que se requiere una “respuesta definitiva» de manera oportuna. En tomas de video se aprecia que aparentemente el centro del edificio se vino abajo primero, y una sección que era la más cercana al océano comenzó a tambalearse y se desplomó segundos después.
Aproximadamente la mitad de los cerca de 130 apartamentos del edificio resultaron afectados, y los rescatistas utilizaron plataformas hidráulicas y escaleras para evacuar a cuando menos 35 personas de las áreas que quedaron intactas en las primeras horas posteriores al derrumbe. En tomas de televisión el viernes en la madrugada podía verse a socorristas que combatían conatos de incendio entre los escombros.
Computadoras, sillas, edredones y otros artículos personales eran una muestra de las vidas destrozadas entre los restos del Champlain, que fue construido en 1981 en Surfside, un pequeño suburbio al norte de Miami Beach. Una litera infantil se sostenía precariamente en uno de los pisos superiores, inclinada pero intacta y aparentemente a sólo centímetros de caer sobre los escombros.
Fernando Velasquez dijo que su hermano Julio, de 66 años, su cuñada Angela y la hija de ambos, Theresa, que estaba de visita desde California, se encontraban en el edificio cuando se vino abajo.
“Extraño mucho a mi hermano. Hablo con él casi a diario», dijo Velasquez, de Elmhurst, Nueva York. “Su llamada siempre era una llamada de bienvenida. Pero sé que está en el cielo, porque amaba a Cristo. Si se ha ido, está en un lugar mucho mejor».
Entre los desaparecidos hay gente de todo el mundo.
Medios de comunicación israelíes dijeron que el cónsul general de Israel en Miami, Maor Elbaz, cree que 20 ciudadanos de ese país están desaparecidos. Hay otras 22 personas desaparecidas de Argentina, Venezuela, Uruguay y Paraguay, donde un asesor dijo que la primera dama Silvana de Abdo Benítez voló a Miami porque su hermana, su cuñado, los tres hijos de ambos y una nana están entre los desaparecidos.
Gilmer Moreira, director de prensa del palacio presidencial, dijo que la esposa del presidente paraguayo Mario Abdo Benítez ya recibió información oficial sobre la búsqueda de su familia y aguarda más detalles. AP