Este viernes 25 de junio entró en vigor en España la ley que autoriza la eutanasia.
Con esto el país se convierte en uno de los pocos del mundo en permitir a un paciente aquejado de una enfermedad incurable morir para poner fin a su sufrimiento.
Esta ley «da respuesta a la demanda social existente en torno a este tema» y contiene «garantías» para acotar el recurso a la eutanasia, destacó el ministerio de Sanidad.
España es el cuarto país del mundo que despenaliza la eutanasia, después de Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
La ley permite tanto la eutanasia -cuando el equipo médico provoca el fallecimiento del paciente- como el suicidio médicamente asistido, es decir cuando el paciente toma la dosis del producto prescrito para darse la muerte.
El texto prevé que toda persona aquejada de una enfermedad «grave e incurable», o que sufra dolores crónicos incapacitantes, pueda pedir ayuda médica para morir y evitarse «un sufrimiento intolerable».
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