Reinaldo Gómez.- Dado lo corto del apagón nacional del pasado martes 23 de este mes, las pescaderías localizadas en el perímetro urbano de la capital larense se vieron poco afectadas en cuanto al daño de la mercancía –o del producto- que expenden, y en uno de los casos debido a que una de ellas posee planta propia generadora de electricidad.
Tal conclusión deviene luego de una rápido “paneo” efectuado por el equipo periodístico de este rotativo por tres de tales establecimientos comerciales en esta ciudad.
Así, en una pescadería localizada en la carrera 19 con la calle 48, uno de sus dependientes informó que, “en honor a la verdad, aquí no sufrimos muchas pérdidas, porque, en primer lugar, por la experiencia que ya tenemos al respecto, habíamos tomado algunos precauciones en ciertos detalles, precisamente por si, como en efecto ocurrió, se volvía a presentar otra contingencia similar al megapagón de marzo pasado”.
-Y, en segundo lugar, porque en verdad el apagón no fue tan grande, o tan extenso, sino de poco menos de 24 horas, cuestión que tal vez también ayudó a minimizar el daño. O sea que no lo hubo, y si lo hubo, fue muy mínimo”.
Mientras, en otro establecimiento similar, ubicado en la avenida Venezuela con la calle 35, en la acera derecha bajando de oeste a este, una dama que allí estaba señaló que tampoco sufrieron daño alguno en su mercancía, “pero eso fue debido a que nosotros tuvimos que adquirir una planta eléctrica propia a raíz del megapagón de marzo, y ello nos resolvió más o menos esta segunda e inesperada contingencia”.
Recordó la dama que, a raíz del primer y gigantesco apagón de marzo, “nuestras pérdidas fueron cuantiosas, al extremo de que nos vimos en la necesidad de hasta regalar parte del producto, para evitar que se fuese a perder”.
Finalmente, en otra pescadería ubicada en la misma avenida Venezuela con la calle 36, a mano derecha subiendo de este a oeste, otro dependiente del lugar nos manifestó que, con este último megapagón nacional, pese a que fue bastante corto en comparación con el del pasado mes de marzo, “de todas maneras, sufrimos una pérdida de entre un 30 ó de un 40 por ciento global, en primer lugar, por algún daño, tal vez pequeño, que sufrió la mercancía, es decir, el producto, y, en segundo lugar, por cuanto el punto nos dejó de funcionar, lo que también nos generó pérdidas”.