Marielny Bravo.- El 20 de agosto del 2018 la economía venezolana conoció por segunda vez al bolívar, esta vez con el seudónimo “soberano”; una costosa reconversión monetaria producto de una creciente hiperinflación que ha sacudido al país desde el año 2017 y que actualmente continúa perjudicando a los venezolanos.
Con la reducción de cinco ceros a la moneda, la administración de Nicolás Maduro pretendió estabilizar la economía con “Plan de Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad”, sin embargo, Salomón Centeno, economista y exvicepresidente de la Comisión de Economía de la Asamblea Nacional, afirmó para EL INFORMADOR que dicho programa se diseñó para lograr un equilibrio de manera fiscal y tributaria, defender el valor del salario, aumentar la producción nacional, sincerar los precios de la gasolina, diversificar el ingreso de divisas, aunque esto nunca se logró.
“Ninguno de los anuncios fue implementado y en el transcurso de todos estos meses hemos perdido un año. Todo este programa ha sido un verdadero fracaso y los venezolanos hoy en día estamos peor que en el 2018”, expresó Centeno.
Precios suben y valor del sueldo baja
Subir el salario mínimo y aplicar un “sistema de precios acordados” para 25 productos de la canasta básica era lo planeado para el programa económico de aquel entonces, pero el plan comenzó con mal paso, y ahora solo se pueden adquirir hasta tres productos alimenticios.
Una muestra de que el salario mínimo mensual de Venezuela llegó a su punto más bajo en la historia del país.
Los 40.000 bolívares equivalen sólo a 2,51 dólares, según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV), que establece el precio del dólar en 15,883 bolívares para el pasado viernes, 23 de agosto.
Los venezolanos y su golpeado sueldo mensual se ubican muy por debajo del umbral de pobreza establecido por la Organización de Naciones Unidas, que reconoce como pobreza extrema a quien devengue menos de 1,25 dólares diarios, cifra la cual nos estamos acercando.
Pudo haber funcionado
Según Centeno, si las medidas hubiesen sido tomadas con la seriedad y responsabilidad que debería tener un gobierno consciente de su rol, las medidas pudieron haber evitado el descarrilamiento hiperinflacionario, a los que hemos estado sometidos estos últimos dos años.
“El gobierno prosiguió con la misma irresponsabilidad de siempre y lo que logró fue empeorar las cosas».
El BCV tampoco satisfizo el monto requerido de billetes para que entraran en circulación y así cubrir las necesidades que la economía tenía para ese momento, debido a ello se integraron nuevos billetes de una denominación mucho mayor constantemente que sólo generó más gastos sin ningún tipo de resultado positivo.
¿Qué se puede hacer?
A pesar del grave estado de la economía actual de Venezuela, hay ciertas medidas que proporciona el economista Centeno, que podrían mejorar el círculo hiperinflacionario a mediano plazo, sin embargo, es necesario el sentido de responsabilidad del Banco Central.
“Si el BCV dejara de violar su propia ley y la Constitución de la República, estaría dando un gran aporte a la disminución de la hiperinflación”, aseguró.
También denunció que el BCV debe hacerse cargo de forma responsable de los gastos fiscales y públicos, además de dejar de invertir en proyectos sociales con dinero ‘inorgánico’ que sólo generan gastos al país.
“Estos pasos tendrían un efecto directo, muy rápido y consistente para el manejo y el control de la hiperinflación, pero mientras ésta permanezca aliada a la administración de Maduro, nada cambiará y el bolívar terminará agonizando para sepultarse por sí mismo junto con los venezolanos».