«Una vez estuve enfermo de juventud, y me curé con el tiempo… Ahora, la vejez sí es incurable»… Joseph McKadew.-
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Considero que ya puedo y debo escribir la columna diaria. He vivido la etapa más dolorosa de mi vida, entre sábanas de hospitales y el mal sentir de los cariños de los enfermeras, que son tantos pinchazos con sus jeringas encantadas.
Mañana sábado, espero contar, con pormenores, mi tránsito en los últimos 14 meses, en manos de 20 médicos y sus equipos, de cama en cama por siete hospitales diferentes.
Agradezco la paciencia de los medios donde se publica mi material, por la comprensión para con mis achaques de viejito enfermo.
Después de esa columna de mañana, acerca del notable trabajo de los médicos y su gente, espero publicar una serie de cuatro o cinco sobre una idea para hacer realmente grande y poderoso el beisbol de invierno. Este tema debe provocar la intervención de muchos lectores opinando a favor y en contra, igual que agregando pormenores.
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ATENCIÓN.- Puedes leer el archivo de estas columna si entras por “el deporte vuelve a unirnos”.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
@juanvene5