El servicio Autónomo Oncológico (SAO) de Barquisimeto, que fue referencia nacional en asistencia al paciente con cáncer, en la actualidad reina la desidia gubernamental.
La sala de «Quimió» no tiene aire acondicionado. Las personas hacen un sacrificio para conseguir el medicamento, por eso habilitamos un espacio y los pacientes llevan el ventilador, expresa Mirla Castro, médico radioterapeuta oncóloga, adscrita al centro de salud.
Recordó que el SAO ofrecía a los pacientes los tratamientos de quimioterapia, radioterapia y braquiterapia. Y eran evaluados por un equipo de salud multidisciplinario de médicos oncólogos, médicos físicos, nutricionistas, psicólogos, entre otros.
Actualmente, para que no pierdan el tiempo, se le orienta sobre a dónde acudir, qué hacer porque muchos de ellos no tienen esa información.
Braquiterapia
Con relación al tratamiento de braquiterapia expresó que en hospitales públicos del país, incluido el SAO, los equipos están dañados. Es una terapia muy costosa en el sector privado, añade.
Explicó que previamente, el paciente debe aplicarse «quimios y radio» y hacen un esfuerzo para comprarla o conseguirla a través de familiares, fundaciones, ONG…
La siguiente fase es la braquiterapia y al no aplicarse se corre el riesgo de una complicarse el cuadro de salud.
«Es muy triste. Los pacientes viven un viacrucis de pasión, dolor y muerte». En el caso de las mujeres, muchas son jóvenes. Cuando la enfermedad se detecta temprano la paciente puede curarse, dijo.
Inicio del deterioro
Castro relató que los primeros en dañarse fue el aire acondicionado, lo cual es fundamental pare preservar las máquinas, ya que deben estar en ambientes fríos.
De hecho, esa situación desencadenó en una contaminación. En las paredes se formó una especie de moho, comentó.
Un empleado, quien resguardó su identidad, recordó que en gestión actual de gobierno, presidido por Carmen Meléndez, el SAO cambia de nombre y pasa a ser Departamento de Oncología del Hospital Antonio María Pineda (Hcuamp).
Sin embargo, eso contribuyó a detener su debacle, dijo. De hecho, aseguró Castro, tiene poco más de dos años inoperativo.
Añade que tras esa intervención algunos empleados se fueron otros fueron cambiados de departamento.
Cita el caso de los físicos-médicos, a quienes califica de «excelentes», formados en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Sin embargo, los pusieron a cumplir horario y decidieron irse.
Médicos a pie
Castro acota que, el personal que queda hace esfuerzo por llegar al hospital. No obstante, debido la escasez de gasolina se hace díficil. En ocasiones ha tenido que irse a pie.
Las rutas sociales dispuesta para el traslado de personal se tardan o no pasan. Es difícil, lamentó.
Edificio de Medicina Nuclear
Con relación al edificio de Medicina Nuclear, Mirla Castro expresa que la puerta la abren, pero al público. Se dijo que estaba equipado pero nadie sabe donde están esa máquinas.
@auritarosacastillo.
Foto referencial: vía noticiasbarquisimeto.com
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