El papa se refirió este sábado 25 de septiembre en una audiencia a los obispos del Movimiento de los Focolari a la importancia de la fraternidad en este momento de crisis sanitaria, donde la pandemia”amenaza con exacerbar las dificultades”.
La organización surgida en Italia hace varias décadas, se ha extendido por diversos países con la idea de promover la solidaridad entre pueblos, culturas y religiones.
“Frente a las ‘sombras de un mundo cerrado’, donde tantos sueños de unidad ‘se hacen añicos’, donde falta ‘un proyecto para todos’ y la globalización navega ‘sin rumbo común’, donde el azote de la pandemia amenaza con exacerbar las desigualdades, el Espíritu nos llama a ‘tener la audacia de ser uno’”, dijo.
Aclaró que la unidad no es la unanimidad, sino que consiste en el respeto por los otros, en particular por los más vulnerables. “La unidad que Jesucristo nos ha dado y nos sigue dando no es la unanimidad, no es estar de acuerdo a toda costa. Obedece a un criterio fundamental, que es el respeto a la persona, el respeto por el rostro del otro, especialmente del pobre, del pequeño, del excluido”, dijo en la sala de los papas del Palacio Apostólico vaticano.
Y se refirió al “ministerio de los obispos”, que “estamos al servicio del pueblo de Dios, para que sea edificado en la unidad de la fe, de esperanza y caridad”.
“Papa y obispos, estamos al servicio no de una unidad externa, no de la ‘uniformidad’, sino del misterio de comunión que es la Iglesia en Cristo y en el Espíritu Santo, la Iglesia como cuerpo vivo, como pueblo en camino a través de la historia y más allá de la historia”, aseguró.
NC
Foto: referencial @apnews