El personaje de hoy es una de las figuras más emblemáticas de la música venezolana, quien se destaca como cultor popular, músico, sonero de amplia trayectoria y con un trabajo extraordinario. Nació en la Sierra Maestra del 23 de enero de Caracas, en el año 1955, les hablo de Ramón Méndez “Ramoncito”. Quien desde su niñez fue influenciado por su familia y específicamente por su hermano mayor Rafael Méndez, en la parte musical.
Nos comenta que, cuando niño, su hermano Rafael, llegó a casa con una parranda de 6 músicos y quedó impresionado y motivado desde ese momento. Además, el resto de su familia jugó un papel importante al tener el apoyo de sus hermanos Báez (Rafael, Fernando, Isidoro), exintegrantes de la Sonora Caracas.
¿Ramoncito, qué instrumentos tocas?
-Como arraigo venezolano, ejecuto percusión afrovenezolana, aprendiendo de los cultores porque es parte de nuestra identidad y también me gusta la percusión indígena y por supuesto la percusión Caribe: tumbadora, bongó, timbal, clave, maracas, güiros, que son básicos en el son y en el bolero.
¿Y lo afro está dónde Ramoncito?
-Oye hermano, en lo afro estamos hasta los tequeteques, o sea, hasta el fondo. Actualmente Ramoncito es animador de la Misión Cultura, en el 23 de enero, además docente en el área de manifestaciones tradicionales en una escuela en el Paraíso, Caracas, y dicta talleres de percusión en la escuela nacional “Diego Lozada” de los bloques 6 y 56 del 23 de Enero, en Sierra Maestra; allí tiene una brigada de percusionistas de niñas y niños cantadores. Ramoncito también ejecuta el cuatro venezolano, ya que es armónico y de muchas herramientas musicales.
¿Has estudiado música en academias?
-No he pasado por academias, pero he estado en muchos talleres de formación, por ejemplo, en los que dictaba Jesús Blanco “Totoño” y me han ayudado con muchos aportes a lo que hoy día tengo como aprendizaje. Por circunstancias, Ramón Méndez “Ramoncito”, tuvo que mudarse a Barquisimeto y en una oportunidad fue invitado a un velorio de San Antonio y al llegar se sorprendió con los cantantes, causándole gran impresión y admiración al oír esos cantos con bastante registro.
¿Cuántos años viviste en el estado Lara?
-22 años haciendo Tamunangue, Zaragozas y tradiciones larenses, adquiriendo con esa esencia lo que hoy soy como músico.
¿Ahora, Ramoncito, ¿cómo te vinculas con el Sonero Clásico del Caribe?
-Viviendo en Barquisimeto había cantado con varias orquestas de allá: La Gran Amistad, La Banda Actual, Sasón Latino, Expresión Latina, El Grupo Raza, Grupo Hawai, Orquesta Yacambú, Orquesta La Máxima Expresión, con todas ellas cantando y tocando salsa. Pero un día mi hermana menor, Virginia Méndez, quien venía trabajando en Caracas con el Sonero Clásico, junto a su esposo Édgar Pereira, Gustavo Brito y José Chacón, que eran de Lara, conformaron con “Pan con Queso” una nueva plantilla y mi hermana por carambolas de la vida, salió embarazada y no podía viajar de Caracas a Barquisimeto y viceversa, ya que tenía un reposo absoluto, y ella me dice, Ramón yo quiero que tú me hagas una suplencia, porque tú tienes un registro parecido al mío, para que cantes mis temas, tú te los sabes o te los aprendes.
¿Registro vocal?
-Sí, registro vocal y bueno cómo no, yo te puedo hacer la suplencia y para aquella época cantaba con la “Orquesta La Playa” del maestro Eduardo Betancourt y una gran cantidad de músicos maravillosos y cuando no tocaba y cantaba con la orquesta La Playa, me venía para Caracas a trabajar con el Sonero Clásico del Caribe y me regresaba, durante año y medio, luego se me ocurrió la idea de estudiar percusión afrovenezolana y me consigo otra vez a mi amigo “Totoño”, Jesús Blanco, y con sus talleres en la UCV, radicándome así nuevamente en Caracas, y aquí estoy todavía haciéndole la suplencia a mi hermana, ja, ja, ja, son 24 años haciéndole la suplencia y sigo en el Sonero Clásico del Caribe, que por cierto fue declarado Patrimonio Cultural y Musical de la Nación.
Bueno Ramoncito, para nosotros fue un gran honor tenerte como invitado especial en nuestra columna, y le pedimos a Dios que te dé mucha vida y salud para disfrutar de tus enseñanzas y talento musical, amigo, maestro de la percusión y el son venezolano.