Reseña de la Añoranza/ Iván Brito López < El Informador Venezuela
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Reseña de la Añoranza/ Iván Brito López

Jacobo Pineda pionero del gremialismo cultural

La alegría festiva presente en el baile, siempre ha sido motivo de regocijo para el espíritu desde los más remotos tiempos. Mariantonia Palacios (2010), en un artículo titulado “Danzas, bailes y pataleos en Venezuela”, señala que el Diccionario de Autoridades, primer diccionario de la lengua castellana publicado por la Real Academia Española entre 1726 y 1739, define la danza como “…baile serio en que a compás de instrumentos se mueve el cuerpo, formando con las mudanzas de sitio vistosas y agradables planas…”. En tal sentido, acota la citada autora, que tomando en cuenta estas definiciones como punto de partida, se puede afirmar que la danza es una manera de expresarse que tiene el ser humano que involucra el movimiento del cuerpo, y que este movimiento se hace siguiendo el curso de la música.

La música bailable, va a tener su evolución en nuestro país como en todas partes del mundo, luego del sincretismo cultural y la fusión étnica, de la cual somos hijos hoy. Desde finales del siglo XIX, se tienen registros de los repertorios bailables en el estado Lara, especialmente por un cuaderno encontrado en Quibor, que resultó ser, el “Cuaderno de Piezas Bailables por Varios Autores de Pablo Hilario Giménez”, cuya data se estima entre 1863 y 1905, de acuerdo al estudio realizado por el gran musicólogo venezolano Juan Francisco Sans, de nuestra más grata recordación y José Rafael Lovera, historiador venezolano quien en la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela, fue de los fundadores de la Academia Venezolana de Gastronomía e individuo de número de la Academia Nacional de la Historia de nuestra nación.

La Unión de Compositores Larenses 1953.

Por su parte, Rafael Domingo Silva Uzcátegui (1941) en la Enciclopedia Larense, reseña las orquesta de baile de finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, donde ya figura la Orquesta Mavare. En este sentido, Simón Baliache (1997) refiere que uno de los conjuntos que revolucionó el ambiente bailable larense, fue el “Jazz Band Unión” de Rafael Miguel López en 1930, que incorporó un cantante para presentaciones bailables, que hasta entonces en la región eran instrumentales. El cantante que debuta en el “Jazz Band Unión” fue nada más y nada menos, que Juan Ramón Barrios. Fue tal el impacto que causó el baile del Charleston, que el cura párroco de la Inmaculada Concepción, puso en letrero en el confesionario: “…a la que haya bailado Fox – Trox, no le doy la absolución…”

La iniciativa de Rafael Miguel López, aunado a la aceptación que tuvo el público con los nuevos ritmos bailables, propició la aparición de otros conjuntos que buscaron equiparase a los nuevos ritmos impuestos por el entonces joven Rafael Miguel López, surgiendo así, el Jazz Band Mavare de Juan Bautista “Juanchito” Lucena en 1932 y el Jazz Band Barquisimeto de Elías Rivero en 1935. Este ambiente musical cambia, con el arribo de Luis María “Billo” Frómeta en 1937 y el estreno de la Orquesta de Luis Alfonso Larraín en 1939. Sin embargo, paralelamente a estos estilos para la gozadera, como lo comenta el periodista Oscar Yánes, en el video documental de Bolívar Films “A Gozar con Billo´s”, el merengue criollo tuvo un auge fenomenal, especialmente en Caracas, el merengue rucaneado, como lo acota también el mismo Oscar Yánes (2009) en “…¡Nadie me quita lo bailao! Un reportero cuenta su historia…” donde los capitanes en estas lides eran los llamados “cañoneros”.

Esta circunstancia, se une al fenómeno de la radiodifusión que en Barquisimeto, tiene su génesis en 1934 con “La Voz de Lara”, pero que realmente cobrará inusitado auge en 1938 con la inauguración de Radio Barquisimeto. Desde la noche de aquel inolvidable 20 de enero de 1938, la ciudad y el estado Lara en general, estaban a la vanguardia de los últimos ritmos de moda y del acontecer local, regional, nacional e internacional. Aquella noche, a las siete post meridiem, sale al aire Radio Barquisimeto y Rafael Ángel Segura abre la transmisión: “…Radio Barquisimeto, estaciones YV-3 RM y YV-3 RD, 4.820 y 1.475 kilociclos, ondas corta y larga respectivamente, transmitiendo desde sus estudios, situados en la Avenida de Bella Vista, en la ciudad de Barquisimeto, Venezuela, América del Sur, da inicio a su primera transmisión regular. Rafael Ángel Segura a nombre de Radio Barquisimeto, da a ustedes las buenas noches y desea, que esta transmisión sea del agrado de todos…”

La instauración de la radio, en esa época, trajo en consecuencia, una nueva fuente de empleo, el trabajador de la radio, donde los músicos jugaban un papel protagónico, ya que la programación se nutría de talento vivo, siendo las revistas musicales el plato fuerte de las estaciones radiofónicas en el país. Por ello, en busca de organizar planteamientos y propuestas orientadas a garantizar un trato digno y una paga justa y equitativa dado el rol fundamental, que representaban los músicos y sus actuaciones en la producción radial, se funda el 23 de marzo de 1947, la “Asociación Musical del estado Lara”, que fungió de sindicato y organizó la primera protesta laboral de aquel entonces.

El Conjunto Bailable del maestro Rafael Miguel López.

A esta Asociación, ingresará muy joven, un personaje que, abrazará la actividad gremial artística, con honesta sinceridad, debido a su innata vocación de servicio, quien no es otro, que el popular José Jacobo Pineda, a la postre fundador del Sindicato Sectorial Profesional de Músicos, Artistas, Teatro, Cine, Radio y Tv del estado Lara, legalizado el 2 de mayo de 1958, bajo el Folio No. 113, Boleta No. 128.

Jacobo Pineda, será el cognomento con el que se le va a conocer el resto de su vida, una existencia que tiene su origen, el 19 de noviembre de 1929 cuando ve la luz primera en las inmediaciones de la ciudad de Barquisimeto, siendo de extracción netamente rural, de esa árida zona caracterizada por la explotación caprina, bajo una dramática psicología del paisaje, tierra de tuna y cardonal y alma musical. Pues bien, esta figura que tantos dolores de cabeza dio a empresarios artísticos, músicos, clubes, empingorotados personajes y hasta a político de jactanciosa petulancia, el pasado 19 de septiembre de este 2023, cesó el palpitar de su corazón, culminando el ciclo vital de un auténtico luchador social, cuando apenas faltaban dos meses para cumplir sus 94 años.

Jacobo Pineda, músico, compositor, magnífico ejecutante de instrumentos de cuerda y percusión, así como también sobresaliente vocalista de bien timbrada voz, desde muy niño mostró su innato talento para el arte de los sonidos, talento que desarrolló a muy temprana edad, desde el “cam, bur, pin, ton” del cuatro criollo hasta el tañir de la guitarra serenatera hecha de fiesta y de vino, de viajes remotos, ya que entre sus huesos cansados está la sal del marino, como lo refiere el poeta Víctor Romero Lafita, en una hermosa creación lirica donde a su vez nos dice, en tus traste trasnochados ella bordó mil suspiros y en tu cuello largo y sonoro como un río, su boca te secreteaba sus goces íntimos, guitarra de corazón, abierto como un amigo, te invito para esta noche de abril, de lluvia y de lirio, a visitar su ventana tejida de bronce antiguo, donde ella llora y espera, guitarra vamos conmigo.

Jacobo Pineda, cantante y ejecutante, una vez en Barquisimeto se consustanciará con el medio artístico de su tiempo, granjeándose simpatías con reputados maestros de enérgicas exigencias para con los músicos, que tenían a bien formar parte de sus agrupaciones melódicas, como el caso del maestro Rafael Miguel López de amplia trayectoria desde 1930 con su Jazz Banda Unión, que luego se transformó en la Orquesta de Rafael Miguel López, que llegó a tener treinta músicos en su plantilla y luego se redujo al exitoso “Quinteto Azul”, cuyo lapso cronológico bailable se prolongó hasta los albores de los años 70, más de tres décadas haciendo vibrar las pistas de baile, donde se contó entre sus vocalista, al joven Jacobo Pineda, también ejecutante de la guitarra y después del tres cubano. En las íntimas reflexiones, que debió hacerse Jacobo Pineda al codearse con tanto músico talentoso, seguramente lo llevó a examinarse en su autoexigencia, como todo aquel que busca la superación, por lo cual, como el mismo contaba, se inscribió en la Escuela de Música del Estado Lara, hoy Conservatorio Vicente Emilio Sojo, donde cursó por espacio de cinco años vocalización y guitarra, ingresando como profesor.

Jacobo Pineda nación el 19 de noviembre de 1929 y falleció el 19 de septiembre de 2023.

Luego de su edificante pasantía por la Orquesta de Rafael Miguel López, pasa a la Orquesta de los Hermanos Rivero, dirigida por otro grande de la música como lo fue el maestro Elías Rivero. En esos momentos es que ingresa a la “Asociación Musical del Estado Lara”, donde harán vida activa Críspulo Cuicas, Francisco Barreto, Manuel Silva, Julio Pérez, Luis Yánez, Simón Alvarado, Hermógenez Gómez, Salvador González, Antonio Carrillo, Pedro Rivero, Joel Vásquez, Ramón Zabaleta, Pío Zavarce Frank Dorante y Sixto Sierralta entre otros, con quienes no sólo compartirá inquietudes, sino que también se fogueará en el campo gremialista, en cuanto al respeto que se le debe al músico de manera digna y a su vez, en el comportamiento que se debe tener para platear tales exigencias, desde la paga justa y oportuna, hasta la atención que se les debe prestar mientras están trabajando y más cuando actuaban en las estaciones radiales de la localidad. De allí, que llegaría a ser coordinador de actividades artístico musicales en varias de las estaciones de radio de Amílcar y Rafael Ángel Segura por espacio de diez años, descollando igualmente como cantante de primera fila en dichas emisoras. En esa época, llega a ocupar por propuesta hecha por el Dr. Juan Ramón Barrios, el cargo de Gerente General en el estado Lara de la AVAC, la Asociación Venezolana de Autores y Compositores, fundada por María Luisa Escobar, quien luchó incansablemente por el reconocimiento a los Derechos de Autor.

Cabe un paréntesis, para destacar en este sentido la labor de esta compositora venezolana, pues de la experiencia atesorada en los viajes que María Luisa Escobar efectuó por Europa y Estados Unidos, trajo a Venezuela la inquietud de reunir en una organización a los autores y compositores. Con ese fin, fundó la Asociación Venezolana de Autores y Compositores (AVAC) en 1948, para la defensa de sus derechos. Ella pagó los primeros derechos de autor, y contribuyó con la proyección nacional e internacional de nuestros artistas. La acompañaron como fundadores de la Asociación, Guillermo Castillo Bustamante, Eduardo Serrano y Luis Alfonso Larrain entre otros y donde se sumaron los compositores larenses, que en 1953 ante el vilipendio de que fue objeto nuestra música vernácula, se agruparon por iniciativa del maestro Rafael Miguel López, en lo que se llamó la Unión de Compositores Larenses, que presidió el profesor Napoleón Lucena.

Todo ese proceso evolutivo, de la organización institucional para la lucha de los derechos de los artistas del pentagrama, la vivió prácticamente desde sus génesis Jacobo Pineda, quien dicho sea de paso, se formó durante cinco años en arte dramático, convirtiéndose en acto de teatro y cine. Esa vinculación con todo ese complejo mundo del arte musical y escénico, cimentaron sólidas bases sobre las cuales cimentó su encomiable desempeño gremial, desde donde también se catapultó como un luchador social insigne.

Por ello, a la caída de la dictadura de Pérez Jiménez en 1958, moviliza a un grupo de músicos con el fin de reformular la vieja “Asociación Musical del estado Lara” y elevarla a Sindicato, cuya propuesta de inmediato consigue un buen número de adeptos y se estructuran los primeros estatutos, que mediante una nutrida asamblea, se acuerda por un robusto consenso, todos los lineamientos que le darán vida y razón de ser al nuevo Sindicato Sectorial Profesional de Músicos, Artistas, Teatro, Cine, Radio y Tv del estado Lara, finalmente legalizado el 2 de mayo del referido año, bajo el Folio No. 113, Boleta No. 128. Desde esta organización gremial, se contará entre los fundadores de la Federación Venezolana de Músicos y de la Federación de Radio y Tv de Venezuela, mientras de la misma forma se contaba también entre los fundadores de la Escuela de Arte Dramático “Terepaima” en la Casa Sindical de Barquisimeto, además de fundar varias agrupaciones musicales, como el combo, “Bonaire”, recordado por el periodista Reinaldo Gómez o Jacobo y su Combo recordado igualmente por el periodista Lázaro Aranguren, imágenes que se van sumando a las tatuadas en el recuerdo de tanta gente que disfrutó con los conjuntos de Jacobo Pineda, que animaron innumerables rincones de la geografía interiorana del estado Lara y de algunas regiones de los estados circunvecinos, con la denominada música tropical, dado su magnífico aquilatamiento al lado de los maestros Rafael Miguel López y Elías Rivero como ejecutante y vocalista en las orquestas de estos renombrados músicos.

De los diez años en las radios de los Hermanos segura, como coordinador de las actividades artístico musicales, Lázaro Aranguren lo trae a la memoria en sus esperadas presentaciones en Radio Universo y Radio Barquisimeto, emisoras ubicadas en la avenida 20 entre las calles 40 y 41, donde los asistentes disponían de filas de sillas para sentarse y disfrutar de las actuaciones de los artistas de la época invitados a los diferentes espacios radiales. Con los años fundará asimismo, la agrupación “Los Matanceros” y el último con el que anduvo alegrando fiestas, saraos y demás eventos, fueron los célebres “Perolitos”.

Indudablemente, que a Jacobo Pineda nadie le pudo quitar lo bailao, como tampoco, nadie logró doblegar su espíritu de lucha rectilíneo, de una verticalidad incólume, impregnado de una poderosa dignidad, de una enorme honestidad y de una admirable vocación de servicio, que ojala la hubiese hoy, pues en nuestros días la gente parece haber perdido el rumbo, andan como apresurados por las calles, como buscando algo que no se sabe qué es y donde está, que niegan el saludo, esconden rencores, conservan odios y cuestionan amistades.

El último adiós de Jacobo Pineda el 20 de septiembre de 2023.

Queda en el tintero, reunir en un trabajo la vida y obra de este músico popular excepcional, por la dimensión de su labor gremial en favor de los artistas, siendo su último aporte, la oportunidad en que se comenzó desde la Asamblea Nacional la gestación de la Ley Orgánica de la Cultura, comunicándose vía escrita con la Presidenta de la Comisión de Cultura de dicho cuerpo legislativo, Diputada Gladys Requena, quien a través del personal a su cargo se puso en contacto con él, para que le hiciese llegar sus inquietudes sobre el particular, siendo la propuesta de Jacobo Pineda, la relativa a los derechos laborales de los artistas, en virtud, que la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabadoras señala que mientras no exista una ley especial, a los trabajadores culturales, se les trataría como trabajadores especiales y en las discusiones, que por lo menos se hicieron en el estado Lara, nadie plateó esta temática, limitándose a oníricas abstracciones del concepto de cultura y su explicación con respecto a la nuestra, pero un punto tan importante y tan concreto nunca llegó a ser plateado. En esa ocasión le acompañamos junto al Dr. Andrés Eloy Parra Valera y logramos una propuesta sobre el particular, que Jacobo envió a la Asamblea Nacional, la cual para nuestra sorpresa no fue tomada en cuenta en la Ley Orgánica de la Cultura sancionada en el 2014, pero el asunto fue al parecer, que la propuesta que enviamos fue tan bien vista, que dio origen a un trabajo más profundo y extenso del cual se derivó en el mismo año 2014, la Ley Orgánica de Protección Social al Trabajador Cultural en plena vigencia y poco implicada por los entes culturales, que están obligados por la misma de acuerdo a la Constitución y las leyes a estimar la relación laboral, entre el trabajador cultural y el ente correspondiente al cual presta servicios, pues en ella se encuentran claramente tipificados todos los lineamientos para la valoración de su trabajo y la forma en que debe ser remunerado.

José Jacobo Pineda, baluarte indiscutible de esta tierra crepuscular, que a sus 93 años cumplidos a sólo dos meses para los noventa y cuatro, nos deja una estela de ejemplares ejecutorias, de una vocación de servicio edificante y una verticalidad cimentada en un culto a la dignidad del ser humano donde quiera que se encuentre.

…Descanse en Paz…

Barquisimeto, domingo 24 de septiembre de 2023.

Fuentes Consultadas:

Baez, J. (1998) Radiosuspiros. Revista Imagen. Año 31. No. 1. Consejo Nacional de la Cultura. Caracas. Venezuela.

Balliache, S. (1997) Jazz en Venezuela. Grupo Editorial Ballgrub C.A. Caracas. Venezuela.

Lovera, J. / Sans, J. (2012) La Graciosa Sandunga. Fundación Bigott. Caracas. Venezuela.

Palacios, M. (2010) Danzas, Bailas y Pataleos en Venezuela. Revista El Desafío de la Historia. No. 17. Año 3. Grupo Editorial Macpecri C.A. Caracas. Venezuela.

Silva, R. (1941) Enciclopedia Larense. Impresos Unidos. Caracas. Venezuela.

Yánes, O. (2009) ¡Nadie me quita los bailao! Un reportero cuenta su vida. Editorial Planeta Venezolana. Caracas. Venezuela

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