“La visita a la Universidad Central de Venezuela (UCV) del presidente de la república, Nicolás Maduro, como casi todo lo que ellos hacen, se cumplió al amparo de las sombras, durante la oscuridad de la noche, sencillamente porque él sabe que no es bienvenido a los predios de nuestra Alma Mater…”
La anterior aseveración, vía telefónica, provino del bachiller Luis Gerardo Palacios, vicepresidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de esa casa de estudios superiores, al referirse a la visita que efectuase a la UCV el primer mandatario nacional, en la noche del pasado jueves.
–Y él no va a ser nunca bienvenido a la UCV, y creo que a ninguna otra universidad autónoma del país, por la sencilla razón de que tanto él como su antecesor, Hugo Chávez, se han empeñado desde un principio en una guerra contra la universidad venezolana, contra la academia independiente, amplia, libre y abierta a cualquier manifestación del pensamiento humano.
–Pero eso es lo que ellos no quieren, sino que lo que desean es una universidad sometida, timorata, arrodillada, silenciosa y cuyo pensamiento obedezca solamente al mandamás de turno.
Y en cuanto a la afirmación que provino del mismo Maduro durante esa visita, en el sentido de que la UCV “se parece al Retén de Catia”, dijo:
–La verdad es que eso es muy cierto, pero se cuidó mucho el presidente de no decir la otra verdad: Que han sido él y Hugo Chávez quienes la han llevado a ese estado de abandono y de destrucción…
–Y no solamente negándole los recursos, que ya es bastante, sino también acosándola, persiguiéndola, amedrentándola, especialmente a profesores y dirigentes estudiantiles y laborales.
–Una situación que, por cierto, es la misma para todas las universidades autónomas del país, gracias a esta “revolución bonita”.
La “protectora”: Una violación a la autonomía universitaria
Quisimos igualmente conocer de Palacios su opinión acerca del anuncio, hecho también esa misma noche por Maduro, en el sentido de que designó como “protectora” de la UCV a la actual encargada del plan denominado “Venezuela Bella”, Jacqueline Farías, y esto fue lo que respondió:
–Eso no es más que una abierta y descarada violación a la autonomía universitaria, porque esa figura no aparece ni en ninguna ley ni en ningún reglamento universitario.
–Pero, repito, ellos son así, violan la ley cada vez que quieren, y no hay a quién o a qué organismo acudir, ni nadie que les ponga coto, y, en este caso, además, eso es una imposición por la fuerza, o lo que es lo mismo: Un sencillo y craso abuso de poder.
–Es más: Yo lo calificaría como una simple intervención más, de las tantas que ellos ya han ejecutado, con la diferencia de que, que en este caso no fue con metralletas ni con tanques, como ellos suelen hacerlo, sino silenciosa y sigilosamente, como si uno no se diera cuenta de ello.
–Es que estos seudorrevolucionarios–prosiguió– no se quieren dar cuenta de que la UCV, y todas las universidades autónomas venezolanas se parecen al Retén de Catia, como Maduro muy bien lo dijo, porque su mismo gobierno les ha negado los presupuestos, los recursos, que necesitan para su desarrollo, que es lo que tampoco dicen.
-Lo demás, el recurso humano, lo tienen, a pesar de todo, las propias universidades.
Finalmente, anunció Palacios que, este mismo lunes 25 de octubre, en la mañana, propiciarán una reunión urgente con todos los demás sectores de la UCV, vale decir autoridades, empleados, obreros, estudiantes e incluso egresados, “para fijar una posición única e integral en torno a este nuevo abuso de poder contra nuestra universidad”
Reinaldo Gómez