El documental Niños de las Brisas, dirigido por Marianela Maldonado, es la apuesta de Venezuela en la categoría de Mejor Película Iberoamericana en los Premios Goya 2024. A ser estrenado en cines españoles el 13 de diciembre, el filme retrata la vida de tres jóvenes del barrio Las Brisas, en Valencia, Venezuela, quienes persiguen sus sueños de convertirse en músicos profesionales a través del Sistema Nacional de Orquestas. Este esfuerzo tiene lugar en un contexto de crisis social y política que configura el telón de fondo de una historia de perseverancia y resiliencia.
Rodada a lo largo de una década, desde 2009 hasta 2019, la película presenta una narrativa íntima que combina el retrato personal de sus protagonistas con un análisis profundo de la Venezuela contemporánea. Edixon, Dissandra y Wuilly, los jóvenes protagonistas, muestran cómo la música puede ser no sólo un escape, sino también una herramienta de supervivencia y transformación personal.
Reconocimientos internacionales
La obra ha tenido un exitoso recorrido por festivales de cine, acumulando más de 15 premios internacionales, entre ellos Mejor Documental en el Festival Venezolano de Mérida 2023, el Premio SACEM al Mejor Documental Musical 2022 en Francia y el Social Change Award 2023 en Nueva York. Además, fue vista por más de 1.3 millones de personas durante su emisión televisiva en Estados Unidos y ha sido proyectada en países como Países Bajos, Francia, Hong Kong y Taiwán.
La directora: Marianela Maldonado
Este documental marca el debut como directora de largometrajes de Marianela Maldonado, quien cuenta con una destacada trayectoria como guionista. Fue coautora del corto animado Pedro y el lobo, ganador del Oscar en 2007, y del documental Érase una vez en Venezuela, presentado en Sundance en 2020. Su formación en la NFTS del Reino Unido y su experiencia en proyectos internacionales se reflejan en la calidad y profundidad de Niños de las Brisas.
El estreno en España supone un hito para esta producción, consolidándola como una de las obras más representativas del cine venezolano reciente y posicionándola entre los proyectos destacados de cine iberoamericano de los últimos años
El contexto de El Sistema: mito y realidad
El Sistema Nacional de Orquestas de Venezuela ha sido celebrado internacionalmente como un modelo educativo revolucionario. Fundado por José Antonio Abreu, su lema “un niño con un instrumento jamás empuñará un arma” encapsula su visión idealista: la música como medio para superar la pobreza. Sin embargo, el documental de Maldonado desafía estas nociones románticas al abordar el lado menos visible de este programa. Geoffrey Baker, crítico de la obra, señala que Niños de Las Brisas rompe con el discurso propagandístico de otras producciones, como Tocar y luchar (2006), al cuestionar la narrativa de la música como un “pasaporte al éxito” garantizado.
Los protagonistas: historias de lucha y desilusión
A lo largo de una década, el filme sigue a Dissandra, Wuilly y Edixson, tres jóvenes que sueñan con ser músicos profesionales. En sus inicios, sus trayectorias parecen reflejar el ideal de superación promovido por El Sistema: Dissandra viaja a Salzburgo para tocar con la Orquesta Nacional Infantil bajo la dirección de Simon Rattle, mientras que Wuilly ingresa en la prestigiosa Orquesta Juvenil de Caracas. Sin embargo, la película pronto se distancia de este esquema triunfalista.
Cuando las promesas de estabilidad económica a través de la música se desmoronan, los jóvenes enfrentan decisiones desgarradoras: Wuilly termina tocando en las calles para sobrevivir, Dissandra debe optar por un empleo fuera de la música, y Edixson, enfrentado a la precariedad, se alista en el ejército, cambiando su viola por un fusil. Estos giros narrativos muestran cómo el idealismo musical de El Sistema choca con las duras realidades económicas y sociales del país.
El colapso de los sueños y de un país
El documental no sólo retrata las dificultades individuales de sus protagonistas, sino que ofrece un espejo de la crisis venezolana. A través de sus vivencias, Maldonado captura la descomposición de una sociedad que alguna vez vio en la música una salvación. Geoffrey Baker subraya que la película “desmonta los mantras de El Sistema”, mostrando cómo este se convierte en una herramienta de propaganda política y, en última instancia, en parte del problema en lugar de la solución.
Las familias de los protagonistas ven en la música una estrategia para mejorar sus condiciones de vida, más que una fuente de enriquecimiento espiritual. La frase “esto va a dar plata”, dicha por Edixson al mostrar su viola, encapsula esta percepción pragmática. Sin embargo, como demuestra la película, las posibilidades de éxito son limitadas y están determinadas por un sistema centralizado y competitivo que abandona a aquellos que no alcanzan la cima.
Un documento imprescindible
Lejos de ser un relato de éxito fácil, Niños de Las Brisas ofrece una mirada honesta y dolorosa sobre el sueño orquestal venezolano. En la línea de documentales como Hoop Dreams (1994), la película narra la lucha de individuos talentosos en sistemas competitivos, exponiendo las fallas estructurales que dificultan su avance. A través de una narrativa íntima y conmovedora, Maldonado invita a reflexionar sobre el papel del arte en contextos de crisis y las contradicciones inherentes a los proyectos que intentan transformar la realidad social.
Este documental no solo es una obra indispensable para quienes desean comprender el impacto de El Sistema, sino también un testimonio universal sobre la lucha por la supervivencia, el poder del arte y los límites de la esperanza.