Asdrúbal Oliveros, socio-director de Ecoanalítica, aseguró que vivir de las remesas hace a los ciudadnos dependientes de los vaivenes de la economía de los diferentes países.
En entrevista con el periodista Román Lozinski, recordó que una situación similar se vivió con la pandemia tras la inestabilidad económica que vivió el mundo entero.
«Las remesas tuvieron un bajón en 2020 y en 2021 vuelven a tener su tendencia creciente» acotó.
Oliveros explicó que las remesas vienen creciendo como mecanismo paliativo en Venezuela para poder mantener niveles de consumo.
«El universo de remesas totales en Venezuela es complejo porque la mayoría se mueve en lo informal» añadió.
El economista indicó que para 2025 se espera que Venezuela pueda estar recibiendo un poco más de 4 mil millones en remesas, una cifra importante.
Destacó que las remesas representan hoy en día alrededor de 6% del PIB.
También recalcó que las remesas vienen por mecanismos cambiarios simples, por redes de familiares, conocidos o hasta grupos de WhatsApp.
«Cuando hablas de entrada de remesa al país, realmente te refieres al impacto en consumo pero no la llegada de divisas» señaló.
Oliveros insistió en que el gobierno venezolano no ha sido diversificado en sus fuentes de ingreso y que estas han sido limitadas, en especial en estos últimos 4 años.
«El ingreso por la actividad petrolera ahora es el 70% nada más, antes representaba el 90%» dijo.
Eplicó que actualmente, Venezuela tiene otras actividades que generan ingresos ligadas a oro y minerales, la venta de chatarras y el minado de criptomonedas.
«La suma de todas estas cosas pueden estar, está por el orden de los 11 mil millones de dólares en ingresos, un monto bajo para los montos históricos» afirmó.
Rsaltó que para este año se espera que esa cifra esté entre 15 y 16 mil millones de dólares, la mitad de lo obtenido en 2019 y una cuarta parte del 2012.