El venezolano Carlos Cañizales, un guapo y fajador pugilista venezolano, cayó derrotado por decisión ante el japonés Kenshiro Teraji, en una fogosa pelea por el título mundial de la categoría minimosca, tanto del Consejo Mundial como de la Asociación Mundial de Boxeo.
El enfrentamiento, que culminó en la madrugada de este viernes 26 de enero –hora de Venezuela–, tuvo como sede la ciudad Osaka, Japón, y, si bien ciertamente el criollo mordió el polvo de la derrota, también es cierto que vendió cara esa derrota.
En efecto, se trató de una pelea a 12 asaltos en la que ninguno de los dos gladiadores dio ni pidió cuartel, ya que –hay que reconocerlo– el asiático también fue un digno rival.
En otras palabras, el combate estuvo muy parejo, de principio a fin.
Es más, los comentaristas de la televisión lo calificaron de “una tremenda pelea”, ya que ambos lo dejaron todo en el ensogado, ya que fue un intercambio de golpes de principio a fin.
La misma decisión de los jueces, al final, indica lo parejo que estuvo el encuentro, pues dos de ellos dieron como ganador al japonés, mientras que el tercero concedió un empate.
Por todo ello, felicitamos al venezolano Carlos Cañizales, por esta gran exhibición de guapeza y de pundonor.