El presidente iraní, Hasán Rohaní, acusó este miércoles a Estados Unidos de usar el coronavirus como «un arma» para propagar el miedo en Irán y parar la actividad económica del país, donde han muerto al menos 19 personas de COVID-19.
«El coronavirus no debe convertirse en un arma para que nuestros enemigos detengan el trabajo y la producción en nuestro país», dijo el presidente en una reunión del Consejo de Ministros.
Rohaní denunció que EE. UU. ha puesto en marcha «una conspiración» para propagar «un tremendo miedo» entre la población iraní, algo que -subrayó- no se debe permitir.
Así respondió a las declaraciones de la víspera del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, quien acusó a Irán de ocultar «la verdad» sobre la gravedad de la propagación de la enfermedad y advirtió de que esta «censura» puede «tener consecuencias mortales».
Hay dudas de que las cifras de las autoridades iraníes (19 muertos de 139 contagiados) sean fiables debido a que el diputado de la ciudad de Qom, epicentro de la enfermedad en Irán, dijo hace dos días que en su urbe había al menos 50 fallecidos.
El hecho de que ayer el viceministro de Salud, Iraj Harirchi, informara en un video de que también está contagiado, no ayuda tampoco a disipar los temores.
Para tranquilizar a los ciudadanos, Rohaní aseguró que en las últimas semanas se han realizado «muchos buenos esfuerzos en el país en prevención, diagnóstico, cuarentena y tratamiento».
«Los ciudadanos no deben prestar atención a los rumores», aseveró el presidente, defendiendo la fiabilidad de los datos oficiales y asegurando que los informes presentados ayer por el Ministerio de Salud «fueron prometedores».
En su discurso, el mandatario también hizo hincapié en que se están importando los dispositivos para diagnosticar el coronavirus a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que éstos se están asimismo produciendo a nivel interno por especialistas locales.
«En general, vemos una disminución en las derivaciones al hospital y el progreso en el tratamiento», señaló Rohaní, quien negó además los rumores de que se vaya a poner una ciudad en cuarentena.
«No ponemos en cuarentena un barrio o una ciudad. Sólo quedan en cuarentena los individuos que tienen síntomas», añadió.
Ante la propagación de la enfermedad en Irán, los países vecinos han cerrado sus fronteras terrestres y la mayoría de las aerolíneas han suspendido sus vuelos o impuesto restricciones.