El PSUV, el alto mando de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela, e incluso Cuba deberían tomar en serio la negociación que Donald Trump, por medio de su enviado especial Elliott Abrams, les ofrece. Después de todo siempre es preferible un mal acuerdo a una buena pelea. En esta última tienen todas las de perder, y Trump y Abrams no están jugando.
Se le atribuye al primer ministro británico Winston Churchill la genial frase según la cual “siempre se puede contar con los estadounidenses para hacer las cosas de manera correcta después de que hayan intentado todo lo demás”. Para contribuir a llevar a Venezuela a un cambio político que culmine con la salida de Nicolás Madurodel poder, Donald Trump, el pragmático, el magnate inmobiliario que ejerce el cargo de presidente de Estados Unidos, ha decidido intentarlo todo, incluso jugarse la carta de la negociación.
Esa carta tiene nombre y apellido: Elliott Abrams. Este, en su condición de “enviado especial” para tratar la situación venezolana, ha persuadido a Trump (por ahora) de esa estrategia.
Ayer el veterano funcionario republicano la expuso claramente en su intervención ante el Atlantic Council. Su mensaje tuvo dos destinatarios: el chavismo como movimiento político y el alto mando de la Fuerza Armada Nacional venezolana (FAN).
El reconocimiento por parte de Estados Unidos del papel que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y la FAN ocuparían en la Venezuela post Maduro son los puntos fundamentales de una posible negociación que les dé garantías si facilitan la transición a la democracia.
El argumento de Abrams es que para esos actores es preferible salir de Maduro a intentar mantener la situación actual y arriesgarse a otro tipo de desenlace.
Esta es una oferta que los interesados no deberían despreciar porque, por ahora, Estados Unidos apuesta por la negociación. Hágase hincapié en el por ahora.
Después de todo, hasta los más pragmáticos partidarios de ese tipo de desenlace saben que algún tipo de intervención militar norteamericana en Venezuela es una posibilidad real que no puede descartarse. El chavismo y la FAN no deberían hacerlo.
“Creemos que el régimen de Maduro debe terminar para que Venezuela recupere la democracia y la prosperidad. Pero al igual que todos los ciudadanos del país, el PSUV tiene el derecho de desempeñar un papel en la reconstrucción de su país”, dijo Abrams.
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