Más de 100 estadounidenses han tenido que ser ingresados tras ingerir detergente o lejía por las indicaciones de que dio el presidente estadounidense, Donald Trump, el viernes 24A, publica Antena3.
«Veo que el desinfectante lo noquea en un minuto, en un minuto. ¿Hay alguna manera de que podamos hacer algo como una inyección dentro o casi una limpieza? Como pueden ver, llega a los pulmones y alcanza una cifra tremenda en los pulmones, por lo que sería interesante comprobar eso», expresó el mandatario en rueda de prensa, dirigiéndose al director de la División de Tecnología y Ciencia del Departamento de Seguridad Nacional, Bill Bryan.
A raíz de esas declaraciones, los servicios de emergencias de Nueva York recibieron el viernes decenas de llamadas relacionadas con la exposición a lejía, el desinfectante Lysol y otros productos de limpieza.
De acuerdo con datos provistos a Efe, el departamento manejó por teléfono nueve casos por exposición al Lysol, diez relacionados con la lejía y once con otros productos de limpieza del hogar en un período de 18 horas antes de las tres de la tarde de este viernes (19.00 GMT).
El Centro de Control de Envenenamientos no especifica qué tipo de exposición hubo en estos casos, si fue por contacto con la piel o ingeridos, pero sí informa que ninguno requirió de admisión a un hospital ni desembocó en ningún fallecimiento.
Posteriormente, y dado el revuelo ocasionado, Trump dijo que estaba hablando «sarcásticamente» cuando sugirió que las inyecciones con desinfectante podrían ser un tratamiento contra el coronavirus.
«Estaba haciendo una pregunta sarcásticamente a los reporteros como usted, simplemente para ver qué ocurriría», afirmó al ser preguntado por esa afirmación durante un acto en la Casa Blanca
La explicación de Trump no encaja con la proporcionada poco antes por su portavoz, Kayleigh McEnany, quien se limitó a indicar que eran los medios de comunicación quienes habían «sacado irresponsablemente de contexto» las palabras del presidente.
Lo cierto es que la afirmación generó una fuerte controversia y llevó incluso a la compañía que fabrica el desinfectante de limpieza Lysol a emitir este viernes un comunicado en el que advierte de que sus productos no deben ingerirse o inyectarse en el cuerpo humano «bajo ninguna circunstancia».
Expertos médicos, otras marcas de desinfectantes y hasta autoridades gubernamentales y sanitarias se sumaron a la advertencia.