El portal “2001” informa que líderes de todo el mundo se reunieron en la Plaza de San Pedro, en Roma, para rendir homenaje al papa Francisco, fallecido el pasado lunes 21 de abril, tras un pontificado de poco más de 12 años.
Sin embargo, la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó controversia debido a su elección de vestuario.
Donald Trump con un traje azul
En las primeras filas, dispuestas por orden alfabético en francés, según el protocolo, se observaron algunos colores más claros, que contrastaban con el riguroso negro de la mayoría, señala ABC.
Donald Trump destacó con un traje azul completo, acompañado de una corbata luminosa del mismo tono, diferenciándose notablemente del negro impoluto de su esposa, Melania Trump.
Esta elección de vestuario no pasó desapercibida en las redes sociales, donde numerosos usuarios criticaron la decisión del líder estadounidense de no vestir de negro, un color que rara vez se le ve usar.
La elección de Trump, aunque aparentemente menor, se interpretó por muchos como una falta de consideración hacia el solemne evento y hacia la figura del fallecido pontífice.
Otros líderes optan por el azul marino
No obstante, Trump no fue el único en elegir un color diferente al negro.
Su antecesor, Joe Biden, y el príncipe Guillermo, de Inglaterra, también optaron por el azul marino, un color que, según expertos, está contemplado dentro de las estrictas reglas protocolarias para este tipo de eventos.
Juan Ferrando, director del Grado en Diseño de Moda de la Universidad Nebrija, explicó a ABC que las normas para el luto en el funeral del papa Francisco están recogidas en el libro ‘Ordo Exsequiarum Romani Pontifici’, modificado por el propio papa ahora fallecido, en abril de 2024.
Estas directrices sugieren que los invitados vistan de forma formal y discreta dentro del espectro de colores oscuros, siendo el negro una tradición más propia de los más allegados al difunto.
La elección de Trump, aunque polémica, se enmarca dentro de un espectro de colores oscuros aceptables, según el protocolo vaticano, aunque su elección de un azul más claro, comparado con el azul marino de otros lideres, generó más controversia (RG).