A solicitud del presidente Nayib Bukele, el Congreso de El Salvador aprobó el miércoles otra prórroga del estado de excepción para continuar combatiendo a las maras o pandillas, a las que responsabilizan de una ola de asesinatos registrados en los últimos días de marzo.
Después de que ocurrieran 62 homicidios el 26 de ese mes, un nivel de criminalidad que no se había visto en años en El Salvador, el Congreso aprobó el estado de excepción que limita la libertad de asociación y suspende el derecho de una persona a ser debidamente informada de sus derechos y razones del arresto, y la asistencia de un abogado.
La nueva prórroga se aprobó con los votos de 67 de los 84 diputados del Congreso unicameral, mientras que 16 votaron en contra. Uno de los legisladores no estaba presente.
La prórroga se aprobó alegando que persisten las circunstancias que motivaron la implementación de la medida. En lo que va del régimen de excepción, las autoridades han capturado a 34.585 personas, en su mayoría acusadas de formar parte de esas estructuras criminales o ser colaboradores de las pandillas.
Según la Constitución, el plazo de suspensión de las garantías constitucionales no excederá de 30 días. Transcurrido este plazo podrá prolongarse, por igual período y mediante nuevo decreto, si continúan las circunstancias que lo motivaron. De lo contrario, se restablecerían por completo las garantías suspendidas.
El gabinete de seguridad del gobierno salvadoreño sostiene que, si bien es cierto que las medidas extraordinarias han tenido éxito y los homicidios han disminuido, “la mayoría de las terroristas aún continúan en libertad”, por lo que suspender su aplicación propiciaría un retroceso en los avances alcanzados.
“Esta guerra va a continuar por el tiempo que sea necesario, y en la medida en que la población nos lo siga demandando, nosotros vamos a seguir enfrentando a este cáncer, y lo hemos dicho y lo sostenemos: esta guerra es hasta erradicar las pandillas del territorio salvadoreño”, dijo el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro.
Remarcó que las pandillas “son un cáncer que no se erradica con dos tratamientos de quimioterapia, necesitamos más tiempo para seguir erradicando este cáncer de todas las comunidades de nuestro país”.
Fuente: AP