Si hay algo que la pandemia no afectó es la búsqueda del amor.
Los servicios de citas de Estados Unidos y Gran Bretaña dicen que tienen cada vez más interesados en medio del brote de COVID-19, incluso de desconocidos dispuestos a reunirse en persona. Muchos toman medidas preventivas, mientras que otros no lo hacen, confiando en su intuición. Algunas parejas que se conocieron durante la pandemia están casándose.
En marzo, la popular aplicación Hinge registró un aumento del 30% en las consultas respecto a enero y febrero. En junio hubo un aumento del 13% en la cantidad de citas –virtuales y en persona– comparado con el mismo mes del año pasado en Estados Unidos e Inglaterra, de acuerdo con Logan Ury, director de investigaciones de mercado de la aplicación.
Ury dice que la gente siente un fuerte impulso de buscar pareja en medio del caos del coronavirus.
“Se sienten creativos, Fuertes, no piensan sacrificar su vida amorosa durante un año por la pandemia”, expresó Ury.
El caso de Jordan y Brittany Tyler, de Allegan, Michigan, es prueba de ello.
Jordan, profesor adjunto de comunicaciones en la Western Michigan University, y Brittany, que supervisa un programa para niños autistas, se habían divorciado hacía un año cuando empezó la pandemia. Ninguno había usado portales de citas hasta que se registraron en Match.com y ambos llevaban varios años de relación cuando se casaron por primera vez.
“Cuando empezó el confinamiento sonó una alarma en mi teléfono. Sonó como ‘The Purge’ o algo así”, dijo Brittany entre risas, aludiendo a la película de terror “La noche de la expiación”. “Pensé que me iba a morir sola”.
Se empezaron a enviar mensajes el 18 de marzo y se casaron en julio, después de pasar juntos la mayor parte del período de confinamiento luego de una cita romántica en la casa de Jordan el 24 de marzo. Él preparó pasta sin gluten de cero y cocinó bistecs en el asador. Vieron la película “P.S. I Love You” y se dieron el primer beso menos de dos horas después de haberse visto en persona por primera vez.
¿Cómo convenció Jordan a Brittany de que fuese a su casa?
“Le dije, ‘tengo bastante papel higiénico. Si vienes, te doy un rollo gratis’”, recordó. “Valió la pena el riesgo”.
Para los neoyorquinos Gordon von Broock, agentes de bienes raíces de 53 años, y Alix Mane, peluquera de 42, el amor pandémico no empezó con un servicio de citas. Se seguían en Instagram e intercambiaban mensajes casuales. A ella él le gustaba.
Él contrajo el COVID-19 y cuando se recuperaba puso un video en Instagram, en marzo.
“No se veía nada bien”, comentó ella.
Su primera “salida” formal fue un contacto a través de Zoom a fines de abril que duró siete horas. La relación progresó rápidamente y ahora están comprometidos.
“Me divorcié dos veces y tengo cuatro hijos. De no haber sido por el COVID-19, el que Gordon nunca se hubiese casado, tuviese 53 años y no tuviese hijos hubiera sido una señal de alarma. Y yo le hubiese generado señales de alarma a él”, dijo Brittany. “Pero fuimos al grano”.
“Si nos hubiésemos conocido en otras circunstancias”, acotó von Broock, “jamás lo hubiese considerado. Pero tuvimos tiempo para conocernos bien”.
Dawoon Kang, cofundador de la popular aplicación de citas Coffee Meets Bagel, dijo que la propuesta de ese servicio, que alienta a los clientes a que se tomen su tiempo para conocer a una persona en lugar de pasar de una cita a otra, le resulta atractiva a la gente en estos tiempos de pandemia. La mayoría de los usuarios tiene de 25 a 39 años.
“Hay más chats que nunca”, dijo Kang. “A mediados de marzo, después del confinamiento, más del 90% de nuestros clientes nos dijeron que habían dejado de ir a citas en persona”.
Kang se dio cuenta de que la gente quería compañía, aliviar la soledad, incluso si no se generaba una relación amorosa. Por ello Coffee Meets Bagel organizó dos encuentros virtuales semanales a través de Zoom para entre 50 y 100 personas de fines de abril a fines de junio.
“Ahora la gente está empezando a conocerse en persona, pero se toman más tiempo y son más selectivos, en vista de que existe un riesgo”, manifestó.
Carlos Zavala, consultor de comunicaciones de 25 años de Washington, dijo que reactivó sus cuentas en Tinder y Bumble en abril porque “me estaba enloqueciendo en casa, con la familia”.
Ahora que las tasas de contagio están bajando en su región dice que considera conocer a alguien en persona.
“Noto que las conversaciones se hacen más personales más rápido que antes”, indicó Zavala. “La gente te dice sin vueltas lo que quiere y no hay tanto cuento”.
“La gente quiere conexiones más serias”, señaló Yue Xu, del podcast “Datable”. “Se sienten solos, indefensos, perdidos. Por ello el primer contacto es tan fuerte, incluso si la relación no dura”.