El Banco Mundial anunció el pasado martes 24 de junio la suspensión de las ayudas a Afganistán, luego de la toma del poder por parte de los Talibanes. Sin embargo, la organización explorará otras vías para ayudar al pueblo afgano.
“Suspendimos los giros (financieros) en el marco de nuestras operaciones en Afganistán y vigilamos y evaluamos la situación de cerca”, explicó a la AFP una portavoz del organismo. “Estamos profundamente preocupados por la situación en Afganistán y su impacto sobre las perspectivas de desarrollo del país, en particular para las mujeres”, añadió el BM.
La funcionaria no indicó el monto de envíos programados antes de que los talibanes tomaran el poder hace menos de 10 días.
El BM tenía hasta entonces unos 20 proyectos de desarrollo en Afganistán.
Desde 2002, proveyó unos 5.300 millones de dólares al país, principalmente como subsidios.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció el 18 de agosto que suspendía la ayuda para Afganistán.
“Como siempre, el FMI se guía por las opiniones de la comunidad internacional”, dijo entonces un vocero a agencias internacionales.
“Actualmente existe una falta de claridad dentro de la comunidad internacional con respecto al reconocimiento de un gobierno en Afganistán, como resultado de lo cual el país no puede acceder a los DEG (Derechos Especiales de Giro) u otros recursos del FMI”, añadió.
El FMI debía liberar un tramo final de ayuda a Kabul en el marco de un programa aprobado el 6 de noviembre de 2020 por un monto total de 370 millones de dólares.