Por supuesto, como tenía que ser, los integrantes del Grupo “Alma de Lara”, de Barquisimeto, celebraron con la fuerza de la música y de las costumbres folklóricas larenses el aniversario N° 48 de su fundación.
Esta agrupación, de acendradas raíces en la zona suroeste de la capital larense, pero casi podríamos asegurar que en todo el Estado Lara, ha contado con la voluntad creadora y hacedora de todos sus integrantes, encabezados por su incansable director-fundador, Domingo Pérez, hombre de mil batallas en el mundo folklórico, artístico e inclusive radial de esta entidad federal.
Así, durante este recién concluido fin de semana, los cumpleañeros escenificaron inicialmente el velorio a San Antonio de Padua, conjuntamente con la respectiva misa de acción de gracias, y, luego, se escenificó el tradicional tamunangue en dos escenarios, inicialmente, el templo de la Sagrada Familia, en el ya ciado barrio EL Garabatal, y, posteriormente, en casa de la familia Álvarez, en el mismo sector.
Breve sinopsis
El Grupo Alma de Lara nace el 21 de agosto del año 1976, en el seno del “Grupo Juvenil El Garabatal”, organización de jóvenes que, para la época, se dedicaban al trabajo socio-cultural de esta populosa comunidad, ubicada al suroeste de la ciudad de Barquisimeto, barriada que fue fundada por gente venida de Curarigua de Leal, Municipio Torres, para asumir el trabajo agrícola en las haciendas ubicadas en una de las márgenes del río Turbio, del sector antes indicado.
La propuesta para la creación de esta agrupación, con el inicial nombre de “Conjunto Folklórico Alma de Lara del Grupo Juvenil El Garabatal”, surge por iniciativa de Domingo Pérez, conjuntamente con Florentino (su hermano), y sus primos hermanos (ya fallecidos), Edgar y Argenis Campos Sira, además de Antonio Ribas Álvarez, quienes formaban parte del “Conjunto Típico de Tamunangue Los Larenses”, que, luego del fallecimiento de Vidal Pérez, su director, estaba siendo dirigido por el maestro Asunción Suárez Ramírez.
Todos ellos unieron esfuerzos y se dedicaron a compartir sus conocimientos entre algunos jóvenes de la comunidad, hasta lograr sus propósitos.
El antes y el después
En marzo de 1980, luego de un injusto procedimiento policial, se produjo un hecho trágico, que enlutó a la familia Campos Sira, donde perdió la vida Edgar.
Este lamentable acontecimiento marcó profundamente el antes y e después de los integrantes de esta incipiente agrupación, puesto que, luego de ejercer las correspondientes acciones legales (apoyados por las diferentes comunidades barquisimetanas, grupos musicales y demás cantantes de diferentes géneros musicales), quisieron retribuir tan significativo respaldo popular, con la creación de los “Talleres de Tamunangue Edgar Campos”, haciendo gala del lema: “Sembremos en los niños el amor por nuestro folklore”, consigna que los ha identificado en el arte musical y formativo hasta nuestros días.
Fue así como procedieron a poner en práctica dicho proyecto, visitando (en época vacacional) las diferentes comunidades para llevar a cabo la enseñanza del baile del Tamunangue/Sones de Negro a niños en edad preescolar y escolar, comenzando por el barrio El Garabatal, dedicándose a la vez (de manera sistemática y constante), a la investigación, recopilación, difusión y defensa de las diferentes manifestaciones típicas, tradicionales y folklóricas de la región.
Dichos talleres les sirvieron de motivación para dar inicio a una propuesta formulada por sus integrantes en enero del año 1993, que luego se conocería con el nombre de «Fundación Alma de Lara» (17 años después de la creación del grupo).
En la actualidad, el Grupo “Alma de Lara” continúa su incansable labor, con el mismo ánimo, amor y dedicación de siempre, encaminado ya al medio siglo de vida cultural y artística, y avanzando con energías renovadas, manteniendo los más claros y elementales principios e ideales básicos para los cuales fue creado.
Gráfica: Cortesía
RG