Palmeiras de Brasil quedó con un pie en la siguiente ronda de la Copa Libertadores, al doblegar ayer 3-1 a Delfín de Ecuador en el partido de ida por los octavos de final, disputado en una fecha que se jugó en medio del luto mundial por la muerte de Diego Maradona.
Gracias a goles de Gabriel Menino (18 minutos), Ronielson da Silva Barbosa (36) y Zé Rafael (60), el equipo de Sao Paulo logró una victoria convincente ante Delfín, cuyo única anotación fue un autogol de Ramires a los 69.
El ganador de esta llave, que se define el miércoles de la próxima semana, se enfrentará al triunfador de la serie entre el paraguayo Libertad y el boliviano Wilstermann, en la que el club guaraní tomó cómoda ventaja ayer al derrotar como local 3-1 al equipo de Cochabamba.
Tantos de Julio Enciso (46), Oscar Cardozo (69) y Adrián Martínez (90+6) dieron la victoria al Gumarelo, en un partido en que Wilstermann terminó con diez hombres por la expulsión del defensor paraguayo Ismael Benegas, a los 79, tras recibir dos cartones amarillos.
El Nacional uruguayo se llevó un empate sin goles como visitante ante el también ecuatoriano Independiente del Valle, un resultado que deja la serie abierta para el choque de vuelta la próxima semana, aunque con ventaja de localía para el club charrúa, tres veces campeón del torneo.
El vencedor de la serie se medirá en cuartos a River Plate argentino o Athlético Paranaense brasileño, que empataron 1-1 la víspera.
Antes del pitazo inicial en esos partidos, se hizo un minuto de silencio por el fallecimiento de Maradona, a los 60 años, un hecho que impactó y acongojó al mundo del fútbol.
A pedido de Boca Juniors, el club de los amores del exastro argentino, la Conmebol decidió postergar el partido que disputaría el Xeneize contra el Internacional de Porto Alegre brasileño en la fecha. El choque de ida se pasó para el 2 de diciembre y el de vuelta para el 9 del mismo mes.
“No estábamos para jugar, la cabeza se nos fue para otro lado. Agradezco a la Conmebol que entendió la situación de Boca”, dijo el técnico del club argentino, Miguel Angel Russo, al arribar a suelo argentino tras la postergación del partido. “No es momento para un partido de fútbol”.
El Estadio Beira Río, la casa del Inter y donde se iba a jugar ese choque, se alumbró de blanco y celeste la noche de ayer en homenaje póstumo al fallecido exastro argentino.
“¡Te vamos a extrañar toda la vida, Diego!”, manifestó Boca Juniors en su cuenta de Twitter, acompañando el mensaje con un vídeo de su otrora capitán con el uniforme del club, que suma seis títulos en la Libertadores.
Associated Press